Con frecuencia los padres de mis alumnos me piden que les recomiende algún libro de ajedrez para sus hijos. Libros de ajedrez hay miles (no exagero), para niños existen cientos y es difícil proponer alguno en especial (lo haré pero un poco más adelante). Después de reflexionar sobre qué libro o libros recomendar, llegué a la conclusión que, antes que un buen libro, recomendaría a que los niños jueguen, jueguen y jueguen partidas. De esto y de los libros recomendados trata este artículo.
¿Comprarle o no comprarle un libro de ajedrez?. Desde mi punto de vista y en base a mi experiencia puedo decir: Todo depende de la edad.
Niños de 5 a 7 años: A esta edad no recomiendo comprarle libros puramente ajedrecísticos. Los niños a esta edad son todavía pequeños y lo que quieren es divertirse y jugar partidas. Otra razón por la que no suelo recomendar libros a esta edad es porque, por lo general todavía no conocen el lenguaje con el que se escriben los movimientos del ajedrez (ej. Cf3, Dxh7+, cxd(ap), b8=C). Lo que si recomiendo es comprar un buen tablero de ajedrez de, por lo menos 40cm x 40cm y piezas Stauton 5.5 de plástico. Tanto el tablero como las piezas son baratos, normalmente no llega a 20 euros y duran toda la vida. Debemos huir de los tableros pequeños o, tableros de Harry Poter, Star Wars o soldados. Estos tableros pueden ser atractivos en un primer momento pero no ayudan en nada a la concentración.
Niños de 8 y 10 años: Nuestros hijos ya han crecido y puede ser buen momento para comprarle un primer libro de ajedrez. Uno que me gusta especialmente se titula: “Superpoderes del pequeño ajedrecista” de Eva Zamarreño, Manel Granados y Alex López. Cuesta 12,50€. En este libro hay muchos juegos que giran alrededor del ajedrez. No es un libro puramente ajedrecístico pero es un buen comienzo. En esta edad también recomiendo que juegue muchas partidas pero siempre cuidando que sus movimientos sean lentos, que no muevan por mover. Es importante que cuando juguemos con nuestros hijos nos fijemos si están atentos a nuestras jugadas. Muchas veces los niños están distraídos y cuando el rival juega, inmediatamente mueven una pieza sin haber observado siquiera qué pieza hemos movido. Hay que intentar que estén concentrados en cada uno de los movimientos, tanto en los suyos como en los del rival. El ajedrez no es un juego de velocidad, sino de estrategia, hay que observar lo que hace el rival, cuáles son sus intenciones, elaborar un sencillo plan (no olvidemos que son niños pequeños) y solo en ese momento, mover una pieza.
Es momento para irles introduciendo en sencillos ejercicios de táctica de “mate en una jugada”. Es algo que suelo utilizar en mis clases como “calentamiento”. Seis ejercicios antes de empezar a jugar una partida puede servir a centrarles en la actividad.
¿Pueden participar en algún torneo?. Este es un punto complicado. Todo depende de cada niño y de su capacidad para soportar perder alguna partida. Hay alumnos que son capaces de perder algunas partidas y no les afecta psicológicamente y hay otros alumnos que se presionan tanto que sufren mucho cuando van perdiendo o pierden una partida. Si decidimos que nuestro hijo participe en un torneo, debemos tener cuidado en no presionarle en absoluto. Si gana una partida, genial, si la pierde, no pasa nada. Es importante que los niños se diviertan, se mezclen con otros niños, que jueguen. Simplemente eso, que jueguen sin darle ninguna importancia al resultado.
Niños de 10 a 12 años. Ya son más mayores y si clases han ido por buen camino y llevan tiempo tomando clases de ajedrez, estos niños ya tienen una cierta base ajedrecística. ¿Qué quiere decir esto?. Significa que ya son capaces de describir los movimientos de las piezas un lenguaje algebraico (Te8, Cxc2, Dxh6++) y, además, son capaces de leer una partida de ajedrez de cualquier revista. Llegados a este punto, les podemos comprar un libro que, en mi opinión es muy bueno y se titula: ¿Cómo ganar a tu Papá al ajedrez? Autor: Murray Chandler. El precio es de 12,50€. Otra opción si vuestro hijo muestra bastante interés en el ajedrez es suscribirse a una excelente revista de ajedrez para niños que se llama: Capakhine (www.capakhine.es).
Además podemos inscribirle ya en torneos infantiles. Vuelvo a recomendar que no hay que presionar a los niños en los torneos, que vayan solo si les apetece y están ilusionados. Tenemos que aceptar que por muy buenos que sean, no dejan de ser niños y los niños tiene que divertirse y no se les debe presionar en absoluto, que sean ellos los que vayan esforzándose cada vez más. Si ganan todas las partidas –y el torneo-, genial, si las pierden, no pasa nada. Habrá que ver cuáles fueron sus fallos (sin olvidar que son niños). Tenemos que tratarles con cariño y que acepten el ganar y el perder de igual manera.
En algún torneo infantil que he asistido, me he encontrado a niños llorando porque los padres le presionan para ganar a su rival. El niño no está adaptado a ese nivel de competitividad y lo único que se logra con esto que es que termine aborreciendo el ajedrez. Nuestro hijo ya crecerá y si le apasiona el ajedrez, el mismo se irá presionando más para mejorar. Lo más importante y es algo que siempre trato de inculcar a mis alumnos es que, se puede ganar o perder, pero lo más importante es aprender de los errores. Que nuestro hijo haya ganado una partida no significa que no haya cometido errores, significa que ha cometido errores más pequeños que el rival o, que el rival no sé dio cuenta de esos errores. Siempre se puede aprender.
A esta edad vuelvo a recomendar que los niños jueguen todo lo que puedan, intentando que los amigos con los que juega partidas tengan el mismo nivel o un nivel algo superior para que vayan superándose poco a poco. Hay Asociaciones o Clubes que dan clases a niños, si a nuestros hijos les gusta el ajedrez y quieren aprender más, esta es otra buena opción para después de clase.
También recomiendo que empiecen a jugar partidas en portales de internet como:
-Chess24.com
-Lichess.org
Aunque sean partidas online, debemos poner especial interés en que jueguen partidas lentas, 12-15 minutos por jugador y, si es posible con un tablero físico delante reproduciendo las jugadas. Esto ayuda a visualizar mejor las jugadas y no se acostumbran a jugar mirando un pantalla.
Mikel Menchero Pérez
Monitor Nacional de Ajedrez