Sublime:
Disfrazarse de Rey Sebastião y, espada en mano, declarar la guerra a la troika para liberar Iberia del acoso de los Mercados.
Grotesco:
Querer que te quieran como Rey, aun cuando debes la corona a un atroz dictador.
Sublime:
Disfrazarse de Rey Sebastião y, espada en mano, declarar la guerra a la troika para liberar Iberia del acoso de los Mercados.
Grotesco:
Querer que te quieran como Rey, aun cuando debes la corona a un atroz dictador.