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BrújulaRobert Rauschenberg, o la honestidad en las imágenes

Robert Rauschenberg, o la honestidad en las imágenes

Rauschenberg en Madrid, en 1985

Se cumplen 100 años del nacimiento de Robert Rauschenberg, pionero del pop-art y del arte de los despojos. La fundación Juan March de Madrid conmemora al artista con una exposición que destaca las cualidades fotográficas de sus obras plásticas. Rauschenberg desarrolló su trabajo durante la segunda mitad del siglo XX, sorteando la estética modernista y trabajando en sus creaciones en un momento donde no se contemplaban las imágenes tecnológicas. Experimentó las técnicas de transferencia y la serigrafía, y recibió el Gran Premio de la Bienal de Venecia en 1964 por ello. Robert Rauschenberg: el uso de las imágenes presenta un recorrido por parte de su obra, comprendido en seis secciones. Desde una selección de piezas que abarcan sus años en el Black Mountain College, su trabajo en Nueva York en los años cincuenta, hasta una de sus últimas series de carácter autobiográfico, Ruminations (1999-2000). Precisamente fue la fundación Juan March la que dio a conocer al artista por primera vez en España, allá por 1985. Su uso de la pintura constituye el puente entre la representación y la vida. El empleo de la imagen comenzó siendo para fines puramente artísticos, aunque es inevitable encontrar la realidad que nos rodea. Porque precisamente el pintor tiene el poder de colocar todo lo que aparece en su creación, cosa que no ocurre en la fotografía. Inés Vallejo, una de las comisarias de la muestra, recuerda que “en el estudio de Rauschenberg la televisión siempre estaba encendida”. Y es ahí donde reside uno de los centros de su trabajo: la honestidad como necesidad de estar conectado al mundo constantemente. Para él, todo podía ser usado, cualquier objeto o imagen eran válidos, una cualidad puramente material. “Su manera de concebir el arte y la práctica artística lo convirtieron en precursor de generaciones posteriores y movimientos artísticos como el nouveau réalisme o el arte povera”, confluyen los comisarios. Porque su forma de ver el arte estaba muy conectada con la fotografía. En sus palabras: “es la experiencia de tomar fotos la que mantiene mi mente abierta a la captación de imágenes imprevistas, incontrolables, y la que me permite después usarlas en bruto o dejar que sean digeridas en una cacofonía configurada por otros detalles”.

Dónde: Fundación Juan March, Madrid.

Cuándo: hasta el 18 de enero de 2026

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