Grotesca la absolución fanática para Woody Allen, ese cineasta sobrevalorado, decretada por los sabios del Facebook.
SABIOS
Lo sublime:
La sabiduría de Alvin Straight, en la película The Straight Story de David Lynch, una de las mejores de su carrera.
Lo grotesco:
La absolución fanática para Woody Allen, ese cineasta sobrevalorado, decretada por los sabios del Facebook ante las acusaciones de abuso sexual por parte de su hija.
Woody Allen no es, para nada,
Woody Allen no es, para nada, un cineasta sobrevalorado. Incluso sus críticos más feroces reconocen el talento de un individuo que –a pesar de las taras y obsesiones enfermizas que todos conocemos– ha logrado construir una obra donde, si bien hay algunos filmes que rozan la mediocridad, hay varios filmes extraordinarios. Si calificas a Woody Allen como un artista sobrevalorado, perdón por la franqueza, pero no sabes lo que dices.
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