Continuando con el merecido homenaje que dedicamos a las grandes partidas de nuestros compatriotas, hoy hemos seleccionado una del que llegara a ser el segundo Gran Maestro español, título hoy día algo devaluado, pero que por aquél entonces (1973), pocos jugadores en el mundo poseían.
Hablamos del magnífico jugador nacido en Zaragoza, Jesús María Díez del Corral Rivas, más conocido en el entorno ajedrecístico como Jesús Díez del Corral. Jugador que como todos los ajedrecistas españoles de la época (y prácticamente, también los actuales), era amateur, siendo su profesión la de notario, pero que se las apañó perfectamente para simultanear dicha profesión con su gran pasión, pues además de proclamarse en dos ocasiones, campeón de España, participó en numerosos torneos internacionales, así como en nada menos que en siete olimpíadas.
Jesús fue un jugador con unos altísimos conocimientos estratégicos, acompañados de una capacidad táctica de primerísimo nivel. Estas habilidades se unieron a la perfección para crear una obra de arte contra el que había sido su verdugo en las dos ocasiones en las que se habían enfrentado, el húngaro Lajos Portisch, nada menos que el tercer jugador del mundo en ese momento, al que nuestro héroe le propinó una auténtica paliza en la Olimpiada de Buenos Aires en 1978. De tal calibre fue la maestría demostrada, que la partida quedó calificada como una de las mejores del año.
Las jugadas de Díez del Corral, son tan acertadas, tan lógicas y tan perfectas, que incluso los mejores módulos de ajedrez, son incapaces de mejorarlas y hasta dan la sensación -una vez vistas- de ser evidentes, lo que puede llevar a la falsa sensación de ser sencillas, pero nada más lejos de la realidad, pues les aseguro que ganar a Portisch tal y como estaba en plena forma y tablero número 1 de su equipo, es cualquier cosa menos sencillo.
¡Disfruten!
Blancas: Jesús Díez del Corral (1933-2010)
Negras: Lajos Portisch (1937-)
Lugar y fecha: Buenos Aires, 1978
1.e4 e6 2.d4 d5 [Portisch eligió para esta ocasión la Defensa Francesa]
3.Cc3 Ab4 [Variante Winawer]
4.e5 c5 [Portisch inicia inmediatamente un ataque a la cadena de peones del blanco]
5.a3 Axc3+ 6.bxc3 Dc7 [Si el lector se pregunta por qué Portisch mueve en este momento la dama cuando el resto de las piezas están sin desarrollar, ahora mismo saldrá de dudas]
7.Dg4 [Díez ataca el débil peón de «g7»]
7…f5 [Esta es la idea de 6… Dc7, pues ahora, el peón de «g7» está defendido por la dama. También hay que decir que al mismo tiempo que defiende, la dama ataca el punto «c3» ¡Esto es ajedrez al más alto nivel!]
8.Dg3 cxd4 9.cxd4 [Ahora Jesús debe vigilar la casilla «c3», pues un jaque de la dama enemiga, ganaría la torre]
9…Ce7 [Basado en lo anterior, Portisch aprovecha para desarrollar una pieza y tiende una trampa a Díez del Corral, pues si ahora 10.Dxg7 Tg8 atacando la dama seguido de Dc3 con jaque y cae la torre]
10.Ad2 [Evita el jaque]
10…0–0 [Y Portisch aprovecha para enrocarse]
11.Ad3 b6 [Continúa la lección de ajedrez que nos están ofreciendo. Con esta jugada, Portisch busca cambiar su alfil, ya que está encerrado por sus propios peones centrales]
12.Ce2 Aa6 13.Ab4 [¡Muy bien! Una interesante y novedosa idea de Diez del Corral, que sitúa el alfil de casillas negras en una magnífica ubicación. Alfil que terminará siendo la pesadilla del negro]
13…Axd3 14.cxd3 [¡Gran Maestro Díez del Corral! Probablemente, Portisch esperaba 14.Dxc3, ya que la jugada del blanco parece un error de principiante al doblar y dejar dos peones débiles en la columna de dama y sin posibilidad de avanzarlos, entonces ¿qué idea encierra la jugada de Díez del Corral?, pues varias: quitar la debilidad del peón en «c2», abrir la columna «c» para las torres y mantener la dama presionando contra el enroque del rival. No le pidan a un módulo que haga semejante jugada ¡Los humanos todavía podemos aportar algo en el ajedrez! Los maestros lo son porque saben ver las excepciones a las reglas.]
14…Cbc6 15.Ad6 Dd7 16.0–0 [Armoniosamente, Díez del Corral termina su desarrollo. Todo parece fácil, pero es la sencillez de los genios]
16…Tfc8 [Portisch juega mecánicamente y ocupa con su torre la columna abierta, pero lo cierto es que retira una importante pieza de la defensa de su rey. Una jugada muy interesante indicada por el propio Díez del Corral, era 16… f4 habilitando la magnífica casilla «f5» a su caballo, pues si 17.Cxf4 Cxd4. Lo asombroso es que esa pequeña imprecisión es suficiente para que Díez del Corral inicie un mortal ataque al rey, sin que su rival aprecie el peligro a tiempo]
17.h4 [¡Allá vamos! exclama Diez del Corral]
17…Cg6 [Con la idea de llevar el caballo a «f7» y deshacerse del molesto alfil, pero Díez del Corral no se lo va a permitir]
18.h5 Ch8 [Rumbo a «f7», pero un inspiradísimo Díez del Corral, hará que el caballo quede castigado en el rincón durante mucho tiempo]
19.h6 g6 [Portisch mantiene cerrada su fortaleza y probablemente piense que puede respirar tranquilo, dado que parce inevitable 20… Cf7 atacando el alfil y el peón de h6, pero Díez del Corral ha visto muy lejos]
20.Cf4 [¡Inmenso Jesús! Entrega el peón de «d4» y amenaza el mortal recorrido del caballo h5–f6 jaque, impidiendo al mismo tiempo que el caballo rival abandone la pésima posición en h8, pues si ahora 20… Cf7, sigue 21.Cxg6 con ventaja decisiva]
20…Cxd4 [¡Ojo! si ahora Jesús juega la idea original 21.Ch5, ya puede irse a casa después que Portisch le gane la dama con 21… Ce2 jaque ¡Hay que estar siempre atento, máxime si enfrente está el tercer jugador del mundo!]
21.Ta2 [La torre entra en juego, impidiendo el jaque en «e2» y renovando la amenaza 22.Ch5. Todo aparentemente tan sencillo que parece que podría hacerlo cualquiera de nosotros]
21…Db7 [De nuevo, si 21… Cf7, sigue 22.Cxg6. La altísima labor estratégica de Díez del Corral ha llevado a Portisch a una posición en la que no dispone de jugadas efectivas y ahora, amigo lector, para que vea claramente los problemas del bando negro, no tengo más remedio que marearle con una variante algo larga, pues si Portisch intenta expulsar el alfil con 21…Cb5 Díez del Corral tenía preparada esta profundísima y decisiva variante 22.Ch5 Amenazando jaque doble 22…Dd8 23.Cf6+ Rf7 24.Cxh7 Cxd6 y por fin Portisch captura el alfil, pero ya es tarde 25.exd6 y la decisiva 26.De5, no tiene respuesta aceptable, pues si 25…Dg8 26.Cg5+ Re8 27.De5 o 27.Te1 y hay que abandonar]
22.a4! [¡Tan sencillo como sublime! Esta jugada quita la casilla «b5» al caballo negro que acosaría al poderoso alfil y encierra una profunda idea como verán enseguida]
22…Tc6 [Portisch se propone doblar torres, manteniendo al mismo tiempo, un ojo en el molesto es el alfil]
23.De3 [Eso es. Ahora el caballo no puede escapar por «b5» Parece fácil cuando un maestro nos va guiando paso a paso y no podemos evitar pensar «yo podría jugar así», pero prueben y verán]
23…Cc2 [El caballo debe abandonar la defensa del peón de «e6», pero como ataca a la dama, Portisch confía en que Díez del Corral deberá retirarla a «g3» o alguna otra casilla y entonces, el caballo volverá a «d4» con tablas por repetición de jugadas, pero si bien unas tablas contra el tercero del mundo, dejarían feliz a cualquiera, no así a D. Jesús que va a demostrar cómo se combina estrategia y táctica, por muy Lajos Portisch que se llame su rival.]
24.Txc2! [¡Eso es! ¡Valiente y genial el español amateur contra el profesional húngaro! Cambia la inoperativa torre por el molesto caballo, obsequiándonos con otra didáctica clase de ajedrez, recordándonos que el valor de las piezas es relativo]
24…Txc2 25.Cxe6 Cf7 [Por fin sale este caballo de su encierro, pero no se levanten que la clase no ha terminado]
26.Cd4 Ta2?! [Portisch, no apreciando ningún peligro inmediato y con calidad de ventaja, va a la caza del peón de torre, pretendiendo asegurarse un final ganador, pero…]
27.Cxf5!
[¡Así entra un español en la historia! Si se captura el caballo, se cae en red de mate. Portisch debió quedarse pálido ante tal despliegue de recursos del maestro Díez del Corral, pero cree tener respuesta adecuada y lo que no sabe, es que la próxima jugada de su rival, es aún más extraordinaria]
27…Cxd6 [Como dije, si se captura el caballo blanco, el rey sucumbiría después de 28.Dg3+, pero Portisch confía en resistir o incluso algo más, después que el blanco juegue 28.Cxd6, pues aunque Díez del Corral mantiene buenas posibilidades de ataque, si éste no se materializa, perdería el final por hallarse en desventaja material]
28.exd6!
[¡¡ Pero esto es una auténtica sorpresa !! Díez del Corral se va a quedar con una torre de menos y con la dama como única pieza activa. Un movimiento que significó un más que seguro mazazo para las intenciones de Portisch y mediante el cual D. Jesús produjo una de las mejores partidas del año 1978]
28…gxf5 [No hay opciones mejores, el caballo debe ser eliminado]
29.Dg5+ Rf8 [Al rey la conviene salir corriendo, pero llegado a este punto, el caso es ¿qué puede hacer la dama solitaria? parece que después de todo, Díez del Corral va a tener que conformarse con jaques aquí y allá, pues si la posición no da más de sí, no hay que olvidar que Portisch conserva una torre de ventaja, pero D. Jesús había sido el elegido por la diosa Kaissa y con semejante compañía, no podía fallar y no va a hacerlo]
30.Te1 [¡Fina, fina, fina, sangre fría y arte puro! Esto no es ningún espectacular sacrificio, esto es algo normalmente mucho más difícil. Díez del Corral llama a la pieza que le queda, cerrando cualquier vía de escape al monarca negro, pero al hacerlo, cede el turno de juego a su rival que ahora puede elegir movimiento]
30…Df7 [Portisch afina al máximo y elige una de las jugadas que le salvan de un mate inmediato y quizás sin querer creerse todavía que está completamente perdido, pero la suerte está echada]
31.Te7 [¡La mejor sin ninguna duda! El Gran Maestro español remata de forma expeditiva y casi humillante al tercer jugador del mundo. Serio, elegante y profesional donde los haya, el gran Lajos Portisch abandona inmediatamente] 1-0
Posición final
Si 1… Dg6 32.Dxg6 hxg6 33. h7
y el valeroso y humilde peón que comenzó su andadura en la jugada 17, terminaría siendo el verdugo del todopoderoso monarca negro
“Se me escapó el golpe del caballo ¡Qué le vamos a hacer!” [L. Portisch]
“Una obra perdurable” [L.W. Cámara]
Luis Pérez Agustí
