
Uno de los personajes más singulares que ha existido en el ajedrez español, fue sin duda Román Torán Albero. Gijonés de nacimiento, desde muy joven se aficionó al rey de los juegos en el que alcanzó bastante maestría y aunque nunca fue un niño prodigio al estilo de Arturo Pomar, a los 23 años conseguía el título de Maestro Internacional.
Personaje multifacético, Román Torán fue presidente de la Federación Española de Ajedrez, vicepresidente de la Federación Internacional de Ajedrez, periodista especializado, árbitro, directivo, colaborador en diarios como Marca, ABC, La Vanguardia, etc, fundador de las revistas Ajedrez Español y Ocho x Ocho, además creó la Cartilla de Ajedrez destinada al entorno escolar. Curiosamente, lo que menos le gustaba del ajedrez era el propio ajedrez como juego, pues pronto decayó su interés por competir al máximo nivel, abandonando la práctica profesional en 1974. No obstante, ya había dejado un importante palmarés a sus espaldas, pues además de competir en innumerables torneos, participó entre 1958 y 1972 en nada menos que 5 olimpiadas con la selección española y también consiguió dos veces el título de campeón de España en los años 1951 y 1953.
Era buen amigo de Anatoly Karpov y a punto estuvo de conseguir un enfrentamiento entre él y Bobby Fischer en 1976. Reunió a ambos en Córdoba para que se entrevistaran y acordaran las condiciones del match, pero lamentablemente, no llegaron a un acuerdo. De haberlo hecho, hubiera cambiado la historia del ajedrez.
Torán falleció en 2005, poco antes cumplir 74 años. Como jugador, estaba dotado de buena comprensión estratégica y le gustaba el ajedrez de ataque. En su palmarés figuran interesantes victorias contra figuras de primera línea y entre ellas, realizó una obra de arte contra el gran ajedrecista belga Alberic O’Kelly. Partida que es un modelo de cómo elaborar un ataque al enroque y cuyo fabuloso remate final se puede encontrar en numerosos libros. Al decir de muchos, la partida que van a ver, es posiblemente la mejor que jugó en su carrera.
Blancas: Román Torán Albero (1931-2005)
Negras: Alberic O’Kelly de Galway (1911-1980)
Lugar y fecha: Hoogovens, 1953
1.d4 [Torán también era partidario de comenzar la partida con 1.c4 o 1.Cf3 y en menor medida, 1.e4]
1…Cf6 2.c4 e6 3.Cf3 Ab4+ [Defensa Bogoljubow o Bogo-India]
4.Cbd2 [Una jugada menos practicada que 4.Ad2, pero en ningún modo mala]
4…d5 [O´Kelly tampoco juega lo más usual que es 4… b6]
5.a3 [Obligando inmediatamente al alfil enemigo a tomar una decisión]
5…Ae7 6.e3 0–0 7.Ad3 c5 [El triple campeón belga está con ganas de lucha y rápidamente provoca importantes complicaciones. Ahora Torán tiene mucho donde escoger y deberá afinar su respuesta]
8.dxc5 [¡Muy bien! Esta respuesta está considera la mejor para los intereses del blanco]
8…Axc5 9.0–0 a5 10.b3 Cc6 11.Ab2 [Torán, con 37 años, está en forma y «las ve todas». Con esta jugada crea una pequeña y oculta incomodidad a su rival]
11…De7 [O’Kelly no advierte la astuta idea de Torán, pues de ser así, hubiera jugado 9… h6 o 9… b6. Ahora verán por qué] (Ver diagrama)
Torán ve un detalle que destruirá el enroque negro
12.Axf6
12… gxf6 [Ahora lo advierte O’Kelly se ve obligado a empeorar la estructura de los peones que protegen a su monarca. Hecho que a la larga traerá fatales consecuencias, pero veamos por qué el negro no ha capturado el alfil con la dama, lo que hubiera sido su deseo]
[Si 12…Dxf6 viene la sorpresa que tenía preparada Torán 13.Axh7+ 13…Rxh7 14.cxd5 Atacando el caballo 14…Axe3 (14…exd5 15.Dc2+ seguido de 16.Dxc5 ganando un peón) 15.dxc6 Axd2 16.Dxd2 bxc6 y el negro queda con dos peones aislados, lo que llegando a un final, es un pequeño inconveniente]
13.cxd5 exd5 [Y así, el magnífico estratega Torán, en sólo 13 jugadas, ha dejado a su fuerte rival con ¡cuatro peones aislados y el refugio de su rey hecho trizas]
14.Ch4 [No hay duda que ese día Torán no estaba para bromas. Ya tiene entre ceja y ceja el debilitado enroque negro y hacia allí dirige sus efectivos, tomando como puente la debilitada casilla «f5». Debilidad que no podrá ser reparada, pues no existe peón negro en «g7» que se desplace a “g6”. ¡Pura estrategia!]
14…Ce5 15.Af5 Cg6 [O’Kelly, rápidamente, agrupa fuerzas en torno a su rey]
16.Dh5 [Poniendo toda la carne en el asador sin prestar atención a su amenazado peón de «a3». Advertir que con esta jugada, Torán crea la amenaza latente de Dxh7 en caso de que se mueva el caballo negro]
16…Td8 [Tampoco O’Kelly presta atención al peón blanco y estima más prudente habilitar una casilla de escape a su monarca, por si surgiera la necesidad]
17.Cdf3 [Torán sigue dándonos una clase de estrategia. Ahora evita la pretendida reacción negra que se iniciaba con el avance del peón a «d4»]
17…Ae6 18.Cd4 [Ya les decía que Torán está especialmente inspirado y valora perfectamente esta jugada que si bien va a dejar aislado un peón en «d4», a cambio, abrirá la columna de rey que servirá para presionar en la casilla «e6» y también como puente para trasladar las torres hacia el enroque del rival. ¡Perfecta visión a corto plazo!]
18…Axd4 19.exd4 Axf5 [Extraña decisión de O’Kelly que permite que se instale en «f5» un peligrosísimo caballo blanco. Desde ahora, deberá vigilar con mil ojos la entrada de la dama blanca en «h6» que amenazaría mate en «g7»]
20.Cxf5 De4 [Como acabamos de decir, evitando Dh6 del blanco y tendiendo la trampa 21… Dxg2+ 22.Rxg2 Cf4+, recuperando la dama con la ganancia de un peón, pero Torán no va a caer en una trampa tan evidente]
21.g3 [¡De pillo a pillo! Ahora es Torán el que tiende una trampa y ésta sí que hay que tomarla en serio. Tengamos en cuenta que si O’Kelly deja de atacar el caballo blanco, Torán jugará Dh6 con el ya comentado mate en «h7», por lo que hay que prestar atención a la terrible jugada 22.Tae1]
21…De6 [Una lamentable retirada, pero es que una línea como 21… De8 22. Tfe1 Df8, dejaba al negro casi sin posibilidad de reacción]
22.Tae1 Dd7 [Ya saben, hay que mantener el caballo blanco amenazado para contener los impulsos «asesinos» de su poderosa compañera]
23.Te3 [La profunda planificación de Torán se va cumpliendo a la perfección y esta torre será otra contribución al proyectado asalto a la fortaleza real. Los módulos apuntan a algo todavía más directo, pero Torán sabe que su rival no tiene capacidad de reacción y nunca viene mal un efectivo extra por si acaso]
23…Rh8 [Como decía, no existe reacción posible, por lo que al menos, O’Kelly habilita la casilla «g8» a su torre para que en caso de necesidad, defienda el mate en «g7»]
24.g4 [¡¡ Llegó el momento !! el caballo queda defendido y la dama tiene manos libres, además y por si no fuera suficiente, la torre tiene el camino libre. ¡Una secuencia perfecta!]
24…Tg8 [Asustado, O’Kelly se anticipa a la amenaza de la dama Dh6–Dg7 defendiendo la casilla “g7”, pero no se percata que más que una protección, la jugada significa la tumba de su monarca] (Ver diagrama)
Lección gratuita de ajedrez
25.Dxh7+
[¡¡ Pero el maestro Román Torán sí que se percata !! Hay que calcular muy bien para ver que el rey enemigo no escapará, pues de otra forma Torán se quedará sin dama y con la partida perdida. Pero no se preocupen que si en 1967 el maestro acertó con la secuencia ganadora, también lo hará ahora en la repetición (perdón por el chiste)]
25…Rxh7 26.Th3+ Ch4 27.Txh4+ Rg6 28.Th6+ Rg5 29.f4+ Rxg4 30.Ce3 jaque mate
1–0
(Torán, con su fantástica entrega de dama, sacó a pasear al monarca rival y lo ejecutó con absoluta precisión. ¡Presten atención al diagrama y asómbrense!: Si eliminamos una cualquiera de las piezas o peones que forman el ataúd del rey negro, ya no existiría posición de jaque mate, lo que demuestra lo perfectamente que tuvo que calcular Torán antes de decidirse a entregar la pieza más poderosa. En realidad, O’Kelly abandonó una jugada antes, pero yo quería mostrarles la posición del jaque mate, pues es la que tuvo que imaginar Torán cuando jugó 25.Dxh7+) (Ver diagrama)
Posición final
«Ese Bobby era un pelmazo. No paró de dar la lata, no me dejó dormir en todo el viaje». (RománTorán –sobre su entrevista en Córdoba con Bobby Fischer-)
“Llegado cierto momento, Román Torán se dio cuenta de que era mejor vivir como un marqués que ser un fuerte ajedrecista” (Pablo Morán)
Luis Pérez Agustí