Un Chejov nada convencional

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Con el reclamo de «Un Chejov punk y nada convencional», animaba recientemente el diario La Vanguardia a asistir al espectáculo «El cuadro o el principio del fin» puesto en escena por la compañía Versus Teatre. El espectáculo era calificado de joya del autor y director Àlex Mañas en lamono, revista dedicada al arte y la cultura urbana, donde se lee: «La profundidad y espíritu crítico de la obra no impide que la frescura de sus personajes enganche al público, que obtiene tres historias fantásticas entrelazadas por el precio de una, bajo el hilo conductor de una narradora que en realidad es la creadora de todo y que, con una imaginación desbordante, descolocará al más ‘pintado’. Tan original como efectivo es lo que sucede al entrar en el teatro, cuando el espectador no termina de tener la certeza de si la obra ha empezado, pero ya puede intuir que está a un paso de entrar en un submundo extraordinario que no dejará de sorprenderle. La escenografía y el decorado ayudan. Con un ritmo acertado y una complejidad coreográfica bien resuelta, tanto conmueve como, en ocasiones, divierte, a través de unos personajes que los histriónicos de Valle Inclán ya querrían. Un payaso que se ha colado en casa de una chica de impensable reputación con quién sabe qué intenciones, una familia de lo más extravagante y pasado oscuro que ha dejado entrar en su refugio a una lesbiana revolucionaria o las tres hermanas de Chéjov sacándose todos los trapos sucios mientras deben decidirse por la eutanasia de su padre enfermo de alzheimer, dan para mucho. Si el motivo del caos es que en unas horas se prevé que un meteorito estallará en la tierra y acabará con la humanidad, la intriga está servida».