—Para qué voy a ir al teatro a ver una obra sobre un tipo del que jamás había oído hablar. Sí, ya lo sé; puede que me sorprenda, incluso puede que me sorprenda para bien, pero es que si nos ponemos a escribir una obra de teatro por cada una de las personas que tuvo una vida interesante en la historia de la humanidad se tendrían que escribir tantas obras de teatro como personas han vivido en la tierra desde que el mono se hizo hombre. Quizá haya exagerado un poco; pero ¿quién demonios era Charles Howard Hinton? ¿Un tipo que se peinaba con la raya a la derecha? No nos engañemos, Charles Howard Hinton no es Lorca, ni siquiera es andaluz. Lorca gusta por encima de todas las cosas a todos los que hacen teatro, pero ¿Charles Howard Hinton?, en serio, ¿Charles Howard Hinton?, ¿a quién se le ocurre? No estoy diciendo que fuese un don nadie como tú o incluso como yo.
—Si yo sólo te estoy diciendo:
1. Que Charles Howard Hinton tiene una página en la Wikipedia. Si echas un vistazo a su biografía verás que vivió una vida apasionante. Interesado en la cuarta dimensión, en teosofía, ¡escritor de ciencia ficción!, ¡MATEMÁTICO! Así me hubiese ahorrado el coñazo de tu monólogo anterior.
2. Que Charles Howard Hinton es un genio olvidado. Y justamente así, Un genio olvidado, es como se llama la obra de teatro que se representa los miércoles y jueves en La pensión de las pulgas.
3. Que la obra la ha escrito y la dirige Carlos Atanes. Y Carlos ha hecho un porrón de cosas bastante interesantes. Y también tiene un página en la Wikipedia.
4. Que la interpretan David González, Alicia González y María Kaltembacher/Sabrina Praga. Y la voz de Juan Antonio Molina. Y la escenografía es de Lita Echevarría.
5. Que solo dura 60 minutos. Ni mucho ni poco. 60 minutos es lo que dura 1 hora; lo justo. Que tras la función podemos ir a tomar unos vinos.
6. Que te lo digo yo. Y nunca te digo que vayas a ver cosas a las que yo no iría.
—Vale. Vale. Me he enterado. Tiene buena pinta esto del Charles Howard Hinton.
—Por si acaso te voy a poner la sinopsis de la obra: “Luce el sol en Yokohama una tranquila mañana de 1891. Mary Ellen hojea la prensa junto a su marido, el célebre matemático y explorador de la cuarta dimensión Charles Howard Hinton. Los ecos del escándalo por el que abandonaron hace cuatro años la Inglaterra victoriana parecen haberse apagado, el Emperador del Japón goza de buena salud, los niños están en el colegio y las galletas se doran en el horno. Pero la calma no va a durar mucho, pues sombras amenazadoras del pasado, del presente e incluso del futuro se están conjurando para efectuar un ataque inminente contra el sosiego de este hogar apacible”.
—Oh. Lewis Carroll. Entonces, ¿cuándo quedamos?
—Miércoles y jueves, a las 20h.
—Mañana.
—Por ejemplo.
—Quedamos para coger las entradas un poco antes, ¿no?
Texto y dirección: Carlos Atanes
Actores: David González, Alicia González, María Kaltembacher/Sabrina Praga y la voz de Juan Antonio Molina
Escenografía: Lita Echeverría
Producción: Juan Antonio Molina
Fotos: Jacobo Medrano
Antonio García
