Un nuevo espacio para la creación y el pensamiento contemporáneo

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En el corazón de Malasaña, Calle de la Palma, 18, abre sus puertas el espacio labruc. Es jueves por la mañana, día 24 de octubre, y amigos y periodistas esperamos que dé comienzo la inauguración. La fachada es por sí misma una declaración de intenciones -decorada, de arriba abajo, con triángulos de colores (bolardos incluidos)- refleja el dinamismo, las ganas y la frescura de un proyecto que quiere dinamizar el panorama de la creación madrileña.

Entramos. El local es alargado y procesionamos hasta el fondo. “Los que no vamos a misa los domingos tenemos que alimentar el espíritu en otro lugar, tenemos que tener nuestro propio espacio para la redención”, señala Ángel Málaga, fundador y artífice de labruc junto a Eva Caballero. Labruc aspira a convertirse en uno de esos otros lugares: cantina espiritual para fieles aficionados a la cultura de vanguardia. Otra declaración de intenciones en estos días nublados (no solo por la lluvia que cae sobre Madrid); sin ningún tipo de ayuda pública, con mucho trabajo y buenos amigos, han conseguido acondicionar un espacio que está listo para comenzar a vivirlo. “Aquí estamos y aquí estamos hoy” es su grito de guerra.

Además de una plataforma para la exhibición de piezas escénicas de pequeño formato, Labruc es un lugar para la experimentación, la creación y la formación. Así lo demuestran los múltiples laboratorios que van a poner en marcha: laboratorios de investigación permanente, cuya finalidad será mostrar los resultados en una serie de almuerzos los domingos por la mañana -alimento para el cuerpo y para el alma-; laboratorios de investigación en torno a los clásicos y entrenamientos para el actor: voz, cuerpo, yoga… También habrá actividades para que los más pequeños aprendan gracias a los valores de la cultura y el teatro, por ejemplo, enseñarán inglés mediante juegos escénicos. ¡Y piensan tener compañías en residencia!

Pero no solo de teatro vive Labruc. La música, la danza contemporánea o las artes visuales son pilares básicos del proyecto. La primera exposición que se lleva a cabo es con las fotografías de Julio de la Rosa.

Quieren desarrollar una línea clara de programación. Como buenos gestores culturales -trabajo en ocasiones incomprendido- definen su discurso mediante la selección de creadores. Ya se han puesto manos a la obra, con esfuerzo e ilusión y siendo conscientes de la importancia de su labor, su jornadas de trabajo son multidisplinares y agotadoras. Nombran como referente al tristemente desaparecido canto de la cabra: un buen espejo en dónde mirarse.

Artes Verbénicas amenizó la presentación del proyecto con una actuación musical que revisitó canciones de antaño y de cuplé dándolas un nuevo aire: creación contemporánea sin perder de vista nuestra tradición.

El espacio Labruc es ya una realidad. Nos sigue prometiendo más sorpresas. Tres días de teatro, performance y música inauguran la nueva sala en Malasaña: no se lo pierdan hoy y no se lo pierdan mañana; mejor, no les pierdan de vista.

Antonio García

El Gallinero es la bitácora de un grupo de dramaturgos que interpretan el papel de un periodista. Un espacio donde se informa del teatro que no acostumbra a salir en los medios de comunicación, de los recovecos que componen la vida teatral de Madrid y los espectáculos/ espacios/ creadores/ gestores menos conocidos.   En El Gallinero escribe nico guau, y en una época escribieron muchas más gallinas: Antonio García, El Trapo, Folguera, la señora del fondo, Manuel Rodríguez, Muflón Silvestre, Pelma y gris, Turuleta, Vera Yobardé... Si queréis contactar con nosotros, podéis hacerlo en elgallinerofronterad @ gmail.com, quitándo lo espacios alrededor de la @.