Una conversación

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El vacío y el silencio nos hablan de lo que somos más de lo que estamos dispuestos a aceptar; y también de lo que queremos llegar a ser.

 

 

Me siento vacío en el silencio de mi hogar.

 

El vacío y el silencio nos hablan de lo que somos más de lo que estamos dispuestos a aceptar; y también de lo que queremos llegar a ser. Una vida con sentido y plenitud necesita de ambas para caminar, siempre en búsqueda. Aunque suene paradójico, incluso simplista, nuestras vidas necesitan del vacío para ser rellenadas. ¿Acaso lo que ya está lleno podrá ser rellenado de nuevo?

 

Pero es que la vida…

 

La vida trata de esto. Todos somos como el cuenco vacío que necesita ser rebosado, colmado. Hay que ser consciente de ello, porque nos permitirá ganar un poco de humildad y nos dejará iluminarnos por la mirada de los demás. Esa voz que siempre nos ilumina desde el Otro.

 

Decía Sartre que el otro…

 

Somos relación y debemos dejarnos rellenar para ser realidad vivida y vívida. Quien no lo entienda estará perdido por siempre. Y es que, en un mundo que transita rápido sin mostrar el secreto del interior, lo importante puede ser invisible a nuestros ojos.

 

Somos tan ciegos…

 

Sí, hay una bella verdad en la fragilidad humana.

 

Joseba Louzao nació en Bilbao en 1983. Es doctor en Historia Contemporánea por la Universidad del País Vasco (UPV) y en la actualidad es profesor en el Centro Universitario Cardenal Cisneros (Universidad de Alcalá de Henares).
Está especializado en historia de las religiones y es autor del libro Soldados de la fe o amantes del progreso. Catolicismo y modernidad en Vizcaya (1890-1923) (Genueve Ediciones) y, como coordinador, de La restauración social católica en el primer franquismo, 1939-1953 (Publicaciones de la Universidad de Alcalá de Henares). Este blog será su particular maleta preparada, porque el pasado siempre es un país extraño.