Cuando uno se acerca a las pinturas de Monet puede ser que en un inicio no vea nada claro. Poco a poco, la pintura abstracta va haciéndose paisaje. Lo borroso se convierte en real. Una nueva exposición dedicada al padre de la pintura figurativa aterriza en Madrid después de estar en el museo parisiense de L’Orangerie. Según Claire Bernardi, una de las comisarias de la muestra, “la idea de esta exposición nace del hecho de que hay un concepto que la crítica clásica nunca mencionaba cuando se refería a Los nenúfares, y es el de lo difuminado, lo impreciso, que además tiene claras ramificaciones en lo social, lo histórico y lo político a partir de 1945 y el final de la Segunda Guerra Mundial. Desenfocado. Otra visión del arte del arte, ahora en Madrid podrá verse durante la próxima primavera en Barcelona, ahonda en lo que supuso empezar a pintar de esa manera. Algunos pensaban que Monet padecía alguna enfermedad ocular por las pinturas que realizaba. A sus creaciones se unen otras de una gran variedad de artistas. Ochenta obras desenfocadas de Rothko, Giacometti, Odilon Redon o Yves Klein, entre otros. Y es que lo difuso da paso a millares de preguntas. Dice Bernardi: “numerosos artistas del arte moderno y contemporáneo, en un momento dado, se plantean dudas y las expresan (…) a través de estas obras difuminadas una visión no exenta de significación política, ya que actúan por oposición al exceso de certidumbres que la política quiere ofrecer cada día”. En la incertidumbre es difícil no ver ciertas cosas que están a nuestro alrededor. O dudar sobre qué es lo que se está viendo. Mucho que pensar. Émilia Philippot, del Instituto Nacional del Patrimonio de Francia, habla de “la deficiencia del ojo humano como parte integrante importante en la noción de lo difuminado en la historia del arte”. De la falta de enfoque, vaya.

Dónde: CaixaForum Madrid, Madrid.

Cuándo: hasta el 12 de abril de 2026 (y a partir de mayo se podrá ver en el Caixaforum de Barcelona)