La escultora británica Veronica Ryan se acerca genuinamente al otro, celebra la vida de los inmigrantes, a través de un trabajo tan orgánico y silencioso como de la estrategia vital y política de trabajar a partir de las cosas que tiene, una práctica artística que tiene que ver con contar con recursos económicos muy limitados que sin embargo no han mermado la riqueza de las propuesta artísticas que ahora presenta en el Spike Island. Las obras de Ryan, señaló Rachel Spence en el Financial Times, “tan fieles a sus raíces físicas como resistentes a una narrativa obvia, son manifiestos materiales de derecho a contar una historia propia”. De ahí que sus ancestros artísticos en el campo de la escultura abstracta se pueden reconocer figuras como Phyllida Barlow, Eva Hesse o Barbara Hepworth. Como artista le inquieta especialmente la cultura del exceso que no presta atención a la naturaleza, al cuidado del mundo. De ahí que sus meticulosas creaciones contengan vegetales, frutos y semillas puedan ser interpretados como un intento inmortalizar y perpetuar organismos que son esencialmente transitorios.

Dónde: Spike Island, Bristol, Reino Unido

Cuándo: Hasta el 5 de septiembre