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Mientras tantoLos ochenta están de moda

Los ochenta están de moda


 

Tengo 32 años. Ahora está de moda hablar con nostalgia de la época en la que yo era un niño. Periódicamente escuchas comentarios sobre el “Equipo A” o Espinete, ves camisetas con un simpático Naranjito en el pecho y en los tonos de los teléfonos móviles se escuchan bandas sonoras como la de “Oliver y Benji” o “Dragones y Mazmorras”. Bien, como suele ocurrir en estos casos la gracia está bien hasta que se hace aburrida por reiterativa; los video juegos de Arcade, las chapas y Perico Delgado haciendo la goma son cosa del pasado… pero quisiera llamar la atención sobre algo de esos años, algo que sin duda hoy sería muy necesario: los políticos.

 

  Por mi edad no tengo recuerdo preciso de la capacidad que tenía nuestra clase política de los ochenta de gestionar lo público, sé que España pasaba entonces por momentos de cambio profundo a nivel social y estructural, pero con todo lo que se pudiera haber hecho mal, hay una cosa que si estoy en posición de afirmar categóricamente: Suárez, Guerra, Carrillo, Anguita, González o el propio Fraga eran políticos capaces de trasmitir. Ellos emocionaban con su capacidad para la oratoria, encantaban a las masas con su carisma, conseguían tener a la audiencia pendientes de cada una de sus palabras; eran personas con algo que les hacía especial. Imagino que saben lo que viene ahora ¿no? Efectivamente ¿qué tipo de dirigentes políticos tenemos ahora? Cuando ves en algún noticiero hablar a Obama y acto seguido te ponen a Rajoy o a Zapatero, no puedes evitar desinflarte. Sé que ahora son muchos los que miran con recelo al Presidente de los Estados Unidos por sus acciones -o sus inacciones- desde que asumió su cargo, pero una cosa es incuestionable: ese señor es capaz de hacerte creer. Cuando veo que las encuestas dicen que el PP supera al PSOE en intención de voto no puedo evitar pensar que es perfectamente normal después de todo lo que estamos viviendo, pero del mismo modo me llena de tristeza pensar en que la alternativa a la Moncloa es Mariano Rajoy ¿De verdad que no hay ningún personaje en ninguno de los dos partidos con posibilidades de gobierno que sea capaz de ilusionarnos? Me cuesta creer que hemos de resignarnos a ser gobernados por gente de aura tan gris. Tengo el convencimiento profundo de que un presidente de gobierno debe de ser alguien brillante con quien sentirte bien representado en el exterior y mejor gobernado en lo domestico. Mi civismo me obliga a acudir a las urnas a cada cita electoral, pero me resulta complicado explicar lo mal que me sienta tener que echar una papeleta en la urna sin sentir la más mínima chispa de ilusión en mi interior, por lo que me pregunto ¿La democracia entonces consiste en dar tu voto a aquel que te parece menos malo? Quiero pensar que no, pero también quiero pensar que todo el mundo en el fondo es bueno…

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