
Existe un asunto que me tiene muy preocupado desde hace años, he utilizado diversos foros para llamar la atención sobre él y con este post insistiré: la utilización que hacemos del lenguaje es en muchos casos perniciosa.
En el maravilloso libro de George Orwell “1.984” se plantea la existencia de un plan perfectamente orquestado para manipular el lenguaje con el fin servirse de él como instrumento de control. En este caso es cierto que la ficción puede superar a la realidad, pero quisiera llamar su atención sobre una serie de conceptos y expresiones que usamos y que, por algún motivo, sirven para ahondar en las diferencias, dar apariencia de justifica a actos que son injustos y lo que es aún peor, construir en el subconsciente colectivo ideas maliciosamente falsas. Enlazando con mi post anterior voy a comenzar con el propio concepto de raza, la R.A.E define este término como “Casta o calidad del origen o linaje” y con aquí se nos plantean dos cuestiones. Si hablamos de “calidad del origen” no hacemos otra cosa que aceptar la existencia de distintas calidades de origen humanas, y si calidad es “Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor” tenemos como resultado la idea de que en función del origen un ser humano puede ser juzgado como de más o menos valor que otro. Bien, sobra decir que esta afirmación es perversa ya que justifica las teorías eugenésisas que Sir Francis Galton -primo del mismísimo Charles Darwin- postuló a mediados del siglo XIX según las cuales era “científicamente” entendible el control de las razas humanas inferiores por parte de la raza humana superior blanca -masacres como la de los indios nativos en Argentina o la nazi en Alemania se apoyaron en estas ideas-. Como ya todos sabemos científicamente no existen diferentes razas humanas ya que la evolución quiso que la única raza humana que consiguiera llegar a nuestros días fuera la Homo Sapiens, luego ¿Por qué seguimos hablando de raza? Bueno, pues por la sencilla razón de que así en Europa se pueden ver tranquilamente imágenes de cuerpos mutilados o de niños muertos en Haití sin que se sienta demasiada empatía porque al fin y al cabo “ellos son de otra raza” -piensen que no se vieron imágenes ni parecidas cuando cayeron las torres gemelas, por ejemplo-
Inmigrante: “El que inmigra”. Inmigrar: “Dicho del natural de un país: Llegar a otro para establecerse en él, especialmente con idea de formar nuevas colonias o domiciliarse en las ya formadas” ¿Cuántas veces han escuchado en los noticieros o leído en los periódicos que se ha encontrado una patera con inmigrantes en aguas internacionales? Si estás en aguas internacionales no has inmigrado por la sencilla razón de que no has llegado a establecerte en ningún sitio ¿no? Pero en España se ha extendido la idea de que inmigrante es toda aquella persona que no sea europea o estadounidense -porque en ese caso son extranjeros, que es distinto y mejor-
Desarrollar: “Dicho de una comunidad humana: Progresar, crecer económica, social, cultural o políticamente” Un país desarrollado por tanto es aquel que no necesita progresar y crecer económica, social, cultural o políticamente, si conocen alguno así díganmelo por favor. Parece cuando menos pretencioso autodenominarse “desarrollado” como lo es ponerse la etiqueta de “primer mundo”, máxime si entendemos que primer es “Primero” y primero: “Dicho de una persona o de una cosa: Que precede a las demás de su especie en orden, tiempo, lugar, situación, clase o jerarquía” Entiendo que Europa no precede a Asia o a África en orden como tampoco lo hace en lugar, ni en situación ¿Estamos diciendo entonces que las precede en clase o jerarquía? Espero que no sea así porque jerarquía es “Gradación de personas, valores o dignidades” y clase “Orden en que, con arreglo a determinadas condiciones o calidades, se consideran comprendidas diferentes personas o cosas” y aquí -como ocurría con la palabra “raza”- estamos volviendo a hablar de calidad como baremo para medir a las personas. Es muy difícil argumentar coherentemente un discurso en el que en función de tu origen tengas como persona más o menos calidad.
Está claro que esto no es más que una pequeña muestra que debiera de servirnos para pensar bien qué palabras usamos para referirnos al de al lado. Hablar de “falta de cultura” de algunas sociedades, al “color carne”, a “indígena” como condición social, a “persona de color” , a “tolerar” cuando se habla del distinto… es caer en errores de concepto que perpetúan situaciones de segregación en un mundo que dice que quiere ser global.