Hoy he recibido un buen número de llamadas y mensajes pidiéndome -incluso exigiéndome, no sé dónde pone que estoy obligado a satisfacer los deseos de cualquiera- que me posicione en relación a la detención de Pablo Hasél. La verdad es que al principio no tenía ni idea de qué me estaban hablando, hoy no he estado del todo pendiente de las noticias, y jamás había oído ese nombre, de modo que me he puesto a investigar un poco por la red.
Resulta que se trata de un rapper underground de veintidos años de Lleida que tiene bastantes temas rulando por internet. La Policía Nacional le ha detenido por presunta apología del terrorismo porque en uno de sus textos dice “Viva los G.R.A.P.O.” Llevo tres horas escuchándole, viendo y leyendo sus entrevistas y tengo que decir varias cosas. Primero: me parece una sandez que detengan a un veinteañero por eso; aunque yo estoy totalmente en contra tanto del uso de la violencia como de su justificación y la frase me parece una auténtica cagada, hay una cosa que el juez que ha mandado la detención parece no saber, y es que la literatura no es necesariamente literal, es decir, escribir “Viva los G.R.A.P.O.” no significa que le estés pidiendo a nadie que salga a la calle a asesinar y secuestrar. Insisto, la frase me parece una cagada, jugar con el recuerdo de personas asesinadas no está bien, pero hay decenas -si no más- de rappers y cantantes de otras músicas que dicen cosas muy similares. Todo el mundo tiene ya un ordenador y puede subir a la red cualquier cosa y, personalmente, opino que es mucho más sangrante el hecho de que exista más de un grupo neonazi que canta al exterminio judío y al odio racial de forma explícita.
Más. Entiendo que los familiares y amigos de los asesinados por los G.R.A.P.O. -más de ochenta seres humanos- no estarán de acuerdo con lo que acabo de decir y tienen todo el derecho a sentirse dolidos e indignados por la frase, pero seamos serios ¿van a meter a un chaval en la cárcel por eso? A mi me aburre el discurso ese de “la gente es tonta, está aborregada, no se entera de nada, todo el mundo es fascista y la única forma válida de ver la realidad es la mía”, pero lo que se lee en las páginas web de los que se autodenominan como la verdadera y única izquierda válida, es una frase completamente cierta, dicen: “Somos comunistas, no terroristas” Cualquiera debe de poder exponer sus ideales libremente. Es cierto que he leído cosas que dice Pablo Hasél con las que estoy radicalmente en contra -con alguna otra comulgo- y, repito lo que he escrito más arriba, creo que mostrarse comprensivo o afín a la ideología de un asesino es un error sin paliativos, pero después de escuchar sus temas tengo que insistir en que creo que esposarle, registrar su casa y llevarle desde Lleida a la Audiencia Nacional en Madrid es sacar el asunto de madre… mucho. A mi todo esto me huele a “vamos a asustar un poco” y la china le ha tocado a él. Le soltarán, claro, y veremos entonces en su próxima maqueta si endurece su discurso o si da un paso atrás, sea como sea quiero pensar que la Audiencia Nacional tiene cosas más importantes que hacer que dar justificaciones a los que la ven como parte del “aparato opresor”. Algunos dicen “Que le suelten” yo me sumo y añado “No deberían haberle cogido”.
