Juan Carlos Lázaro es un pintor español licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla en 1987, ha viajado a Italia, París, Paises Barjos, Londres… y Gijón, un periplo formativo durante el cual su técnica se ha afinado y su sensibilidad artística ha cobrado vida hacia una forma de hacer arte del todo personal. En la Sala José Saramago de Leganés (Madrid) será posible asistir a la exposición que presenta una selección de su trabajo desde 1995 hasta 2019, la peripecia de un artista que, sin duda alguna, ha hecho de la sencillez y de la transparencia de los colores materia perfecta de su expresión artística. “Pretendemos que el arte sea tantas cosas que, a menudo, nos olvidamos del arte, simple y llano, limpio y desnudo, de la emoción que debe producirnos la sublimación de la forma cabe la disposición del color”, advierte Tomás Paredes, presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte. Sobre la obra de Lázaro han escrito páginas memorables Juan Manuel Bonet, Carmen Pallarés, Enrique Andrés, Luis Canelo, Javier Cano, Martín Carrasco y otros críticos siempre esforzándose en “deslindar el grano de la paja, esa semilla de formas que aparece y desaparece en el cosmos de la tentación, de la sospecha, del deseo; como detectar el murmullo de un río, que no vemos, por la música incesante se su soledad. […] Todos tenemos que hacer un esfuerzo de decencia. Buscar con sencillez qué somos, qué nos impresiona y qué nos emociona. Digo sencillez, que no es simpleza, sino ausencia de oropel, de artificialidad, de espectáculo, adulteración y tergiversación. Para Borges, los dos endecasílabos más perfectos de la lengua castellana los escribió Quevedo en el soneto que afirma: “y escucho con mis ojos…”, dice Paredes. “¡Escuchemos con los ojos estos sonidos del silencio!”.
Cuándo: Hasta el 31 de enero
Dónde: Sala José Saramago, Leganés (Madrid), España