V. Jansa (Cze) – E. Iturrizaga: Open de Benasque (2018)
Las negras juegan 33…Th8??
Es de sobra conocida la famosa frase que afirma: “No hay peor enemigo que uno mismo ante el tablero de ajedrez”. En efecto, si bien es cierto que los ajedrecistas perdemos a menudo partidas en las que nuestro rival nos ha superado, no es menos cierto que una estimable proporción de nuestras derrotas –las más amargas, sea dicho de paso– es imputable única y exclusivamente a nuestra deficiente gestión de la lucha.
Y dado que somos los únicos responsables de un buen número de las partidas (iba a decir paridas, ¡con razón!) que perdemos, nuestro ineludible deber es vigilar y controlar el movimiento de nuestra mano, siempre tan dispuesta a “meter la pata” en posiciones complejas.
Precisamente, esto es lo que NO hizo el GM venezolano Eduardo Iturrizaga (ELO 2652) ante su rival checo, el MI Vlastimil Jansa (ELO 2451) en la 4ª ronda del recién disputado Open de Benasque.
Contando con una pieza de más, encontró una “hermosa” forma de rematar la lucha que resultó ser, como suele ocurrir, más “falsa que Judás” y tuvo que abandonar casi de inmediato.
Atento lector, esta vez dispone de 10 minutos para contestar a las dos preguntas siguientes:
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¿Cómo demostró V. Jansa que la jugada 33… Th8?? constituía un error irreparable?
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¿Qué sencilla continuación hubiera forzado el abandono de las blancas en pocas jugadas?
Solución de “¿Problema de niños?”:
Hay que evitar a toda costa que el Tema Kling se materialice, es decir, que la maniobra 1…Ah1, seguido de 2…g2, posibilite el auto-ahogo del Rey negro. Y dicha amenaza solo se puede impedir mediante una precisa jugada del Alfil blanco:
1.Ae5!
Las negras prosiguen ahora con su plan, pero después de :
1…Ah1 2.Ag3: “Muerto el perro, se acabó la rabia” 2…Ac6,
existe un mate imparable en la variante forzada 3.Ad6 Af3 4.Af8 Ac6 5.Ag7 mate!
René Mayer (remay47@yahoo.es)