
Mark Liburkin (1940) “64”
Las blancas juegan y ganan
Si no está aún convencido de la importancia de la geometría en ajedrez, este original ejemplo del gran compositor M. Liburkin le quitará toda duda al respecto.
La clave pasa por la anulación de una imsistente persecución mediante una maniobra eminentemente sistemática. Dispone de unos 10 minutos para descubrirla, y de paso averiguar si se encuentra (aún) en su sano juicio tras este obsesivo acoso.
Solución de Control a distancia”:
Antes de resolver el mate en 2, había que descartar, como de costumbre, 4 ensayos que fracasan por razones distintas: Tanto 1.Dd1+? como 1.Df3? se refutan con 1…Re5!, y 1.Df4+? fracasa ante 1…Rc5! En cuanto a 1.Df5?, no funciona debido a 1…Rc3!
La clave es, como se lo sugería el título, un control del Rey negro desde la “alejada” casilla f7:
1.Df7! Rc5(e4) 2.Dd5#
c3 2.D5#
Rc3(d3) 2.Dc4:#
y Re5 2.Cf5#, el mate más difícil de (pre)ver.
René Mayer