La galería barcelonesa Joan Gaspar ofrece una antología de sus fondos bajo una invocación que es toda una invitación sentimental, filosófica y cromática: Blau. El color de l’infinit. Desde el inevitable Joan Miró si pensamos en un artista que tuvo una relación especialmente estrecha con los colores, y sobre todo con ese color, hasta One red, one blue, de Calder, o una litografía de Braque que muestra a dos pájaros adentrándose (si es que se puede hablar así hablando del cielo) en un “cielo concentrado”, que es como lo cuenta el diario La Vanguardia. Hay piezas de Enrique Brinkmann, Canogar, Joan Claret, Clavé, Togores y Villèla, aunque este viaje al país del azul no se agota aquí.