
[Aclaración: En mis clases usaba bichejos como sinónimo de animales incluso podía referirme a cualquier ser vivo. Por su estructura podría interpretarse como una expresión despectiva, nada más lejos de la realidad, son estos mis señores bichejos los que me han dado, y me siguen dando, algunos de los momentos más placenteros de mi vida]
Vivo en la Alcarria de Guadalajara. La RAE define alcarria (con minúscula) como: Terreno alto y, por lo común, raso y de poca hierba. Pero no toda la comarca es así, veremos el porqué.
Parece ser, que hace unos 60 millones de años el centro de lo que hoy es la meseta sur estaba ocupado por un mar interior (endorreico en el argot geológico). En este tipo de mares, el nivel de las aguas fluctúa mucho debido a desiguales fases de precipitación/evaporación. Dando como resultado la formación en sus fondos de muy variadas rocas sedimentarias.
Si, por lo que sea, el terreno que soporta al mar se inclina, las aguas llegarán a uno de los mares circundantes. En el caso de la meseta sur la inclinación fue este-oeste y las aguas acabaron fluyendo al océano Atlántico.
Este fenómeno, aguas descendiendo en una dirección sobre rocas sedimentarias fácilmente erosionables, dio lugar con el tiempo al relieve que nos encontramos hoy: llanos altos, las alcarrias, que serían el fondo de ese antiguo mar y valles con laderas bastante pronunciadas en las que se forman barrancos y cárcavas. Los arroyos y ríos habrían modelado pequeñas planicies en los fondos de los valles (valles en artesa)
Esta triple estructura, alberga una flora y una fauna inesperadamente variada. Hay animales y plantas que sólo vamos a ver en las laderas o en los sotos fluviales mientras otras viven en cualquiera de ellas o solamente las usan durante una parte del año. A esta riqueza en poblaciones animales y vegetales contribuye un clima con grandes variaciones tanto en precipitación como en temperatura.
Después de un invierno generalmente frío en el que los bichejos reducen cuanto pueden su actividad, el mes de marzo empieza ya a apuntar maneras. Hay que aprovechar el tiempo. Los que han pasado aquí el invierno y van a buscar sus territorios de reproducción más al norte tienen que empezar acumular energía para asegurar el éxito del viaje. Los reproductores más madrugadores, empiezan este mes a enseñar sus habilidades. En el mes de abril van a ir llegando los que pasaron el invierno en zonas cálidas, hay que buscar un buen sitio, los mejores están caros y no se pueden reservar con antelación. Las plantas, muchas de ellas herbáceas, sólo tienen por delante unos meses para completar su ciclo vital, arrastrando con ello a los invertebrados y éstos, a su vez, al resto de los animales. Todo un espectáculo. Es sin duda mi época favorita.
El agua es con mucho el principal factor limitante y este año promete un buen espectáculo tras unas abundantes precipitaciones… Estos son algunos de los bichejos con los que he podido disfrutar.
Bisbita común

En las alcarrias, si se quiere tener una vida larga, prima el pasar desapercibido con colores y diseños que dificulten la localización por parte de los depredadores. Ocres, pardos o grisáceos con moteados y franjas se repiten en ésta y otras especies que veremos. Este bichejo conocido también como Bisbita pratense difiere mucho de sus cercanos parientes las Lavanderas que poseen diseños mucho mas llamativos. Sus uñas posteriores son de récord. No es fácil ver en nuestras latitudes aves con uñas de esas dimensiones. Estas aves nos abandonan en abril para buscar sus zonas de cría en el norte de Europa, de dónde volverá para el otoño. Su pico tan fino le permite capturar pequeños insectos, aunque en los meses mas fríos no desdeña las semillas que encuentra rebuscando entre la hojarasca.



Triguero


Ave que empieza a exhibirse muy temprano, este año los tengo visto a finales de febrero, aunque construye sus nidos a finales de abril. Debe pensar que en el negocio de la reproducción a quién madruga dios lo ayuda. Parece ser que todo el ritual que siguen en el cortejo y apareamiento es bastante complejo. Son inconfundibles, se les ve situados en las ramitas más altas de arbustos y matorrales cantando incansablemente, lo que en las llanuras mesetarias supone una posición muy visible. Su tamaño grande en el mundo de los pájaros y su robusto pico, con un par de dientes adaptados para cascar las semillas más duras, completan la imagen de este peculiar bichejo. No son migradores y si el año es favorable pueden criar hasta tres veces.



Cogujada común

Es una alondra que se distingue del resto de sus familiares por una exótica cresta en abanico, o casi del resto, pues tiene una prima casi idéntica, la Cogujada montesina, que confunde incluso a los más cafeteros de los pajaritólogos. Aunque se les puede ver encaramadas en ramitas como los Trigueros, su posadero típico son las piedras de un cierto tamaño: en las llanuras para elegir menú tampoco hay que estar muy lejos del suelo y como casi todos los bichejos esteparios, no son muy exquisitos a la hora de comer. Se alimentan de invertebrados, granos, brotes, hojitas…. En la época del cortejo cantan incansablemente tanto posadas como en vuelo. Tampoco son muy originales al hacer el nido, con un agujero poco profundo y unas cuantas ramitas solucionan el tema. Las más cuidadosas lo construyen cerca de algún pequeño matojo. Cuando abundan los insectos se quedan paradas en el aire, se ciernen como los Cernícalos, y muestran una gran habilidad capturándolos en vuelo.



Perdiz roja

Otro clásico entre los habitantes de las alcarrias. Se emparejan entre febrero y marzo para empezar a criar a finales de abril. Durante este tiempo se pueden ver en parejas alimentándose juntas y buscando un buen sitio para hacer el nido. Como son más grandes y llamativas que la mayoría de las aves de estepa nidifican entre herbáceas altas que sean capaces de ocultar no sólo a la madre mientras está incubando, sino también a la docena y media de huevos que suele tener cada puesta cuando la hembra se alimenta. Cuando finaliza el periodo de cría y, para sentirse mas protegidas durante el invierno, las perdices forman bandadas de veinte o treinta individuos que se volverán a separar en la época de celo del año siguiente. Generalmente se desplazan andando y solamente cuando se siente acosadas, emprenden el vuelo con un batir muy ruidoso para aturdir al posible atacante al igual que hacen los karatekas al gritar cuando atacan al oponente. Se alimentan básicamente de vegetales, aunque los perdigones gustan de pequeños artrópodos a los que capturan por sí mismos, ya que esta especie es nidífuga y abandonan el nido a los diez o doce días de su eclosión. Permanecen con la madre más de un mes a la que siguen constantemente y es bastante común encontrarlos cruzando carreteras o caminos donde su tozudez por no perder su pista les hace jugarse la vida.




Abejaruco europeo

La verdad es que si bien nacen en Europa pasan mas de la mitad de su vida en África occidental y del sur, por lo que también podrían ser denominados africanos (cosas del hombre blanco). Su aspecto es realmente exótico con llamativos colores, algo más apagados en los jóvenes, y un pico curvado que le permite capturar insectos al vuelo. Su nombre da una pista de cual es su principal presa: las abejas, lo que los ha llevado históricamente a ser perseguidos por los apicultores. En su descargo hay que decir que también se alimentan de moscardones, abejorros y avispas, incluyendo a la avispa velutina (avispa asiática invasora reciente) que a su vez hace estragos entre las abejas melíferas. No me atrevo a decir comido por servido, la naturaleza tiene esas curiosidades. Los ingleses tienen un desconcertante dicho: cosas peores ocurren en el mar. Aunque llegan en abril, no hacen la puesta hasta mayo, pues en ese intervalo tiene lugar el cortejo en el que el macho muestra sus habilidades como cazador ante las hembras a las que agasaja con sus capturas y, lo que es más trabajoso: construir el nido, para ello la pareja excava en los taludes yesíferos galerías de alrededor de un metro y medio de las que llegan a extraer unos diez kilos de tierra. Debido a su modo de vida colonial en la ceba de los polluelos no sólo participan los padres sino también individuos no emparejados. En el mes de septiembre vuelven a sus cuarteles africanos.









Posdata
Me crié en una familia donde había un enorme respeto al pueblo judío. Y nos indignamos por su sufrimiento a lo largo de la historia y la degollina brutal a manos de los nazis. Y nos admiraba su cultura, su sensibilidad por la música y su amor por las demás artes.
Vivíamos en un país donde nuestro dictador particular veía conspiraciones judeomasónicas por todos los lados y el solidarizarse con ese pueblo era también una postura antifranquista.
Y caímos en la trampa de una tierra sin pueblo, para un pueblo sin tierra y cómo esos cultos judíos que acudían huyendo del horror a su tierra prometida eran rechazados por unos incultos árabes que no aceptaban sus justas aspiraciones.
Más tarde empezamos a enterarnos de lo que fue la Nakba de 1948, los campos de refugiados en Líbano o Jordania, la sucesiva ocupación de territorio adjudicado a los palestinos en la vergonzante partición de Palestina por la potencia colonial británica, la desfachatez con la que los israelíes ignoraban una tras otra las sucesivas resoluciones de Naciones Unidas….
Y volvimos a tener fe en que la doctrina de paz por territorios conduciría a la creación de dos Estados… Pero no, querían un Estado del río al mar y no iban a reparar en nada a la hora de conseguirlo
Y realmente nos cabreamos mucho, pero mucho, con esta masacre genocida sobre el pueblo gazatí y de paso también con los palestinos cisjordanos, mientras trataban de convencernos que era una respuesta justa a la masacre terrorista del 7 de octubre por parte del grupo teócrata Hamas. Y no, ya no cuela. ¡BASTA YA! ¡QUE QUIEN PUEDE PARE ESTE GENOCIDIO!
No tenía pensado comentar temas como este en el blog, pero no he podido resistirlo, mi manera de entender qué pinto en este planeta no me permite pasarlo por alto.
Me gustaría prometer que no volveré a hacerlo. No se si la tozuda realidad me lo permitirá