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Mientras tantoCarlos Asensio. Amores Líquidos. Poesía para un mundo hostil

Carlos Asensio. Amores Líquidos. Poesía para un mundo hostil


 

Confiesa Carlos Asensio que después de trabajar durante tres años en una editorial y conocer este universo desde dentro las ganas de lanzarse a la aventura de editar se multiplicaron: «Al final, ser editor no es otra cosa que tener una profunda vocación por dar a conocer al mundo la obra de otras personas que, a través de la palabra, el arte o el pensamiento, nos sacuden y nos impactan de una forma irremediable».

Hoy en día, diferenciarse de lo que ya existe o ser original es bastante complicado porque prácticamente está todo hecho ya. Con Carlos Asensio, cofundador de Circo de Extravíos junto con Cecilia González Godino, exploramos la historia de esta pequeña editorial que arranca en este difícil entramado de las letras con Amores Líquidos. Poesía para un mundo hostil,  «creo que hemos encontrado una parcela que hasta ahora estaba bastante inexplorada: la unión de poesía, ilustración y sociología y con vocación de seguir por ese camino: publicar volúmenes colectivos de poesía ilustrada, donde se invite a participar a un número importante de poetas y artistas, creando obras que orbiten en torno a conceptos procedentes del mundo de la sociología, la historia del pensamiento crítico y la filosofía». En concreto, Amores Líquidos parte de los principios de Zygmunt Bauman: el concepto de sociedad líquida o amor líquido para definir el actual momento de fragilidad de los vínculos humanos en el trabajo o en las relaciones de pareja que antes se pensaban para toda la vida. Ahora todo se desvanece. Hoy todo es voluble, inestable, cambiante…

El empujón definitivo para que el proyecto arrancara llegó cuando fueron seleccionados por Factoría Cultural, una incubadora de empresas del ámbito de la cultura que les permitió pegar el salto a la Feria del Libro de Frankfurt. El momento inigualable en el mundo del arte y la ilustración es el complemento perfecto para ampliar al máximo su creatividad experimentando con estilos, formatos, técnicas y formas de trabajar diversas. Así, 16 poetas interpretan en sus versos el concepto amor líquido acompañados de 13 ilustradores. La experiencia les está saliendo tan bien que ya se encuentran trabajando en el segundo volumen, todavía en plena fase de documentación y búsqueda de colaboradores.

Ser editor no es de las profesiones más sencillas, ¿cuál es el motivo por el que alguien decide convertirse en editor?

Siempre he tenido una sensibilidad muy desarrollada en relación con los libros, la literatura y el mundo de la edición. Después de trabajar durante tres años en una editorial y conocer este universo desde dentro, mis ganas de lanzarme a la aventura se multiplicaron. El desencadenante definitivo fue conocer a mi socia en Circo de Extravíos, Cecilia González Godino, y ver que teníamos las mismas inquietudes sociológicas, artísticas y literarias. Al final, ser editor no es otra cosa que tener una profunda vocación por dar a conocer al mundo la obra de otras personas que, a través de la palabra, el arte o el pensamiento, nos sacuden y nos impactan de una forma irremediable.

¿En qué se diferencian del resto de editoriales. ¿Consideran que el suyo era un espacio que estaba sin ocupar? ¿Cuáles dirían que son las señas de identidad de Circo de Extravíos?

Hoy en día, diferenciarse de lo que ya existe o ser original es bastante complicado porque prácticamente está todo hecho ya. Aun así, creo que hemos encontrado una parcela que hasta ahora estaba bastante inexplorada: la unión de poesía, ilustración y sociología. Es cierto que la poesía social o reflexiva ya existía y que la poesía ilustrada es algo ya antiguo y muy indagado, pero no habíamos visto nunca las tres cosas juntas. Y menos aún trabajadas con una metodología como la que utilizamos para dar vida a nuestros libros: reinterpretando conceptos sociológicos o filosóficos en forma de poesía, y luego resumiendo esta experiencia en ilustraciones.

Que usted sea sociólogo y el primer libro esté inspirado por Bauman y sus Tiempos Líquidos, ¿indica por dónde irán los tiros de esta nueva editorial?

Exacto. Yo soy sociólogo y mi compañera Cecilia es editora y traductora, y también está especializada en Sociología de la Literatura. Desde el principio hemos sido conscientes de que la sociología no es un tema mainstream, pero nos interesa especialmente esta idea de acercar a la gente el vasto cuerpo teórico de una ciencia social muy relevante cuyas raíces abarcan siglos de historia. Nuestra vocación es seguir por ese camino: publicar volúmenes colectivos de poesía ilustrada donde se invite a participar a un número importante de poetas y artistas, creando obras que orbiten en torno a conceptos procedentes del mundo de la sociología, la historia del pensamiento crítico y la filosofía.

¿Cómo surge Circo de Extravíos? ¿Cómo ha sido el proceso?

Circo de Extravíos es fruto de muchas conversaciones entre Cecilia y yo, de compartir muchas horas trabajando juntos en una editorial que a ninguno de los dos nos apasionaba. Estuvimos bastante tiempo pensando en la idea de trabajar juntos en algún proyecto literario. Lo primero que pensamos fue: ¿qué intereses tenemos en común? ¿Qué podemos aportar al mundo editorial? ¿Qué queda por hacer? Enseguida llegamos a algunas conclusiones: ambos somos grandes lectores y escritores de poesía y acérrimos defensores de la sociología y las ciencias sociales. El empujón definitivo para que el proyecto arrancara vino cuando fuimos seleccionados por Factoría Cultural, una incubadora de empresas del ámbito cultural que nos orientó y nos ayudó a resolver algunas partes del proyecto donde teníamos lagunas.

¿Por qué el nombre de la editorial? Parece que tiene su historia detrás…

El nombre de Circo de Extravíos es algo muy meditado y con el que queríamos resumir de una forma poética y sonora nuestro interés por la sociología y el pensamiento social: el circo como desorden, como caos, como espectáculo de la vida. Como una forma de reconectar a la sociedad con los conceptos extraviados del pensamiento crítico.

¿Cómo se describirían como editores? ¿Cuáles son sus referentes en la edición?

Como editores somos muy meticulosos y detallistas, por lo que tardamos más de lo habitual en publicar cada libro. Cuidamos cada detalle, cada colaborador, cada poema, cada ilustración. Leemos mucho y muy variado, nos documentamos, elaboramos un discurso propio para cada libro que queremos que vea la luz. A nivel editorial tenemos como referentes a muchos proyectos que están haciendo un trabajo luminoso en géneros muy variados: Tránsito, La Bella Varsovia, Maclein y Parker, Capitán Swing, Antipersona, Torremozas, Dos Bigotes, La Uña Rota, Ya lo dijo Casimiro Parker, Círculo de Tiza, La Felguera, Bárbara Fiore, Nórdica, Libros del Zorro Rojo…

 ¿Por qué escogieron Amores líquidos para empezar?

Queríamos comenzar el proyecto con un concepto potente y visual, y que fuera a la vez medianamente fácil de transmitir. El amor líquido de Bauman nos pareció perfecto: es brutalmente actual, apela a todo tipo de personas y se presta muy bien a ser reinterpretado en forma de verso o ilustración.

¿Considera que un editor tiene que utilizar la estrategia de sacar un primer libro con autores e ilustradores reconocidos para asentarse y darse a conocer y luego publicar lo que más le guste?

Es evidente que la creatividad empresarial y el marketing editorial son cada vez más importantes, sobre todo para un proyecto independiente y con recursos limitados. Aun así, creemos que es más importante encontrar una línea editorial, gráfica y literaria potente y ser coherentes con el propio proyecto y lo que queremos expresar. Que un autor o autora sean conocidos y que eso al final repercuta en la buena marcha del libro está genial, siempre que tenga consistencia y no se convierta en una práctica forzada sólo para vender más.

Por cierto, con este primer libro revalorizáis, dais su sitio y no queda en segundo plano el oficio de ilustrador. ¿Estamos viviendo un buen momento en cuanto a ilustradores?

Estamos viviendo un momento inigualable en el mundo del arte y la ilustración. Imagino que no será tanto porque ahora estemos mejor que antes sino que, gracias a la tecnología, Internet y las redes sociales, ahora tenemos acceso a una cantidad mayor de artistas. Y es algo maravilloso. A nosotros, editores con un ojo puesto en la ilustración, esto nos permite ampliar al máximo nuestra creatividad: experimentar con estilos, formatos, técnicas, formas de trabajar diversas e increíbles. Hay un talento apabullante campando por el mundo.

¿Cuál es su método a la hora de ‘escoger‘ sus objetivos?  ¿Qué criterio sigue Circo de Extravíos a la hora de hacer su selección para próximos lanzamientos?

Nuestros criterios de trabajo son producto de muchas horas de estudio: lectura de textos sociológicos –y de mucha poesía–, identificación de temas sociales relevantes, investigación sobre artistas e ilustradores, análisis de tendencias editoriales… Pero también prima mucho el propio disfrute literario y estético. Para nosotros es importante combinar la profesionalidad editorial con nuestros propios gustos personales: compartir con la gente el trabajo de personas cuya capacidad creadora nos parece apasionante.

La presentación y el diseño, muy importante para una editorial también. ¿Trabajan ustedes cada libro, además de texto y autor, diseñan la imagen de marca manteniendo una línea estética para que la gente les identifique como marca con el diseño de portadas, web, etc?

Así es. Intentamos que cada título sea un producto único, cuidado y atractivo, a la vez que trabajamos para que todos los componentes de nuestros libros casen bien y se integren en un único objeto multidimensional, con muchas capas y niveles de apreciación. Es todo un reto unir tantas cosas dispares y hacer que queden bien, pero es un reto precioso.

Existen vías diversas de edición. Parece que se está abusando también del tema del crowdfunding que es una tabla de salvación para muchos proyectos editoriales, pero que no termina por encajar…

Hay una parte de verdad en eso que comentas. Nosotros mismos publicamos el primer libro de la colección gracias a un crowdfunding. Ese apoyo que mucha gente nos ha brindado, confiando en un proyecto aún en construcción, ha sido decisivo para el nacimiento de nuestra editorial y de nuestro primer libro. De hecho, lo difícil de un proyecto de emprendimiento –y más en el ámbito cultural– es reunir ese dinero que te permite dar el pistoletazo de salida a tu idea, sin hipotecarte ni arriesgar demasiado antes de testar el producto. Ahora bien, es cierto que a medio plazo se debe buscar un procedimiento más sólido para financiar el proyecto; el crowdfunding, per se, es una forma algo inestable y poco flexible a la hora de ser sostenibles económicamente.

Muchos hablan de la burbuja de las pequeñas editoriales… ¿qué opinan?

No creo que exista una burbuja de las pequeñas editoriales. De hecho me parece que son las editoriales independientes las que realmente arriesgan, crean cultura cada vez más diversa y marcan las tendencias verdaderamente interesantes del mundo editorial. El problema –yo diría el escándalo– de nuestra industria, es que el Grupo Planeta y Penguin Random House tengan casi el 50 % de la cuota de mercado editorial en España. Eso es lo tremendamente dañino. Esa es la burbuja que algún día tendrá que explotar.

Sin duda es importante construir un nicho sólido de seguidores. Y muchos opinan que ayudados con el tema de las redes sociales también. ¿Cuál es vuestra experiencia con las redes? ¿Las consideran importantes?

Las redes sociales han democratizado mucho el acceso a la literatura y al arte y han acercado a la gente la posibilidad de expresarse y ser escuchado. Bien usadas, las redes son una herramienta muy útil, casi imprescindible. Si las concibes como una forma de intercambio, de aprendizaje, de observación, de descubrimiento de talento, son maravillosas. Nosotros debemos mucho al apoyo que hemos recibido a través de Instagram, Twitter, Facebook

¿Sigue siendo Frankfurt el lugar donde encontrar los libros y dar a conocer los propios?

Sí, Frankfurt sigue siendo el epicentro de la industria editorial mundial, aunque es cierto que cada vez cobran más importancia los foros más pequeños y regionales. Para nosotros fue un regalo inigualable ser reconocidos con el premio Young Talents de la Feria de Frankfurt por nuestro recién nacido proyecto editorial y poder pasearnos por una de las ferias del mundo más importantes a nivel literario y editorial. Es impactante el volumen de negocio y la cantidad de personas involucradas en un sector que, a priori, no parece tan grande.

Es cierto, por otra parte, que se edita mucho pero leemos muy poco…

No creo que se lea tan poco en realidad. Más bien se lee con poca variedad, y siempre los mismos formatos y géneros. Y casi siempre editados por las mismas editoriales o grupos. Estoy un poco cansado de escuchar que se editan demasiados libros, cuando en otros sectores se producen miles de productos de consumo con características casi idénticas y sin embargo nunca se dice que hay demasiados productos de cosmética, demasiados coches o demasiadas prendas de vestir.

¿Cómo son estos nuevos amores de hoy? En su libro Arder o Quemar dice que no hay un patrón establecido para vivir las relaciones, no hay una forma determinada de vivirlas y en general nada que tenga su base en la sensibilidad.

Bauman habla no sólo del amor en un sentido puro, sino de vínculos humanos en general, del triunfo de unas relaciones interpersonales caracterizadas por la falta de solidez y apego, así como por una tendencia a ser cada vez más fugaces, superficiales, etéreas y con menor compromiso. Y precisamente son preguntas como esa que nos planteas las que queremos responder en el libro: ¿qué es el amor y por qué las relaciones duran ahora menos que antes? ¿Qué papel juega nuestro actual modelo de sociedad en las relaciones amorosas? ¿Por qué todo ahora es más efímero?

Usted escribe poesía. Ha publicado los poemarios Dejar de ser y Arder o quemar. ¿Qué papel juega la poesía en nuestra sociedad?

Yo concibo la poesía como la literatura primigenia: la que estaba antes que todo lo demás, la más inmediata, la que más te atraviesa, la más perfecta formal y emocionalmente. Una sociedad sin poesía, para mí, perdería una pata importante de su cultura y de su belleza.

Su generación poética está aún por definirse. En cualquier caso, ¿en qué está contribuyendo a la poesía su generación?

Hay mucho debate con el tema de las generaciones literarias, y creo que hoy en día deberíamos superar ese tipo de clasificaciones. Con el tiempo, incluso algo tan aceptado como la Generación del 27, ha demostrado ser una etiqueta mal utilizada. ¿Qué es una generación? ¿Un grupo de escritores que coinciden en el tiempo, se conocen, se nutren unos a otros con su literatura? ¿Un grupo de personas que escriben o crean arte en torno a unos mismos temas, siguiendo unas mismas técnicas y costumbres? ¿Quién decide quién es digno de pertenecer a una determinada generación? Creo que, además, hoy en día existe tal diversificación en cuanto a temas, técnicas, estilos y referentes que es difícil simplificar todo en una idea de generación; me parece un concepto muy limitado.

Volviendo a los amores de hoy, no sé si pudo leer aquel artículo de Manuel Jabois en el que opinaba que hay más cuernos en un «buenas noches» desde la cama mientras ves una serie con tu pareja que en un polvo rápido. ¿Qué opina?

Es un tema que tiene su debate y su controversia. Personalmente, creo que las implicaciones de una y otra acción dependerán del tipo de relación, de acuerdo y de compromiso entre las dos personas. Y también de lo que cada uno considere una traición dentro de los códigos tan particulares de una relación. Es un tema difícil y muy personal. Personalmente, creo que una relación sexual supone un acercamiento menos profundo a la otra persona y eso, a priori, parece menos peligroso para la estabilidad de una relación… pero quién sabe.

No hay valores pero sí grandes declaraciones. El clásico discurso de los valores, pero vacío, porque antes se sabía que requerían compromiso pero hoy nadie quiere un sacrificio, dice Bauman. ¿Está de acuerdo? ¿Qué opina?

En el prólogo de Amores líquidos justamente hablamos un poco de esto: hemos llegado a una absurdidad tal que, por un lado, nos aterra estar solos, pero por otro no somos capaces de comprometernos y sacrificarnos casi por nada. Este es uno de los grandes desafíos de la sociedad líquida: superar esta dualidad insufrible entre independencia y necesidad de compañía. Es hora de entender que no es posible tenerlo todo y que siempre hay que sacrificar algo. O bien llegar a un –complicado– equilibrio.

Además en la era digital y la de la plena información, justo estamos más incomunicados… Aparecen las malas formas y es más fácil con apretar sólo un botón no dar la cara. Hoy, muchos empiezan una relación, todo parece ir bien y de repente… silencio.

Bauman también mencionó en su obra y en sus entrevistas el impacto –negativo– que las tecnologías, las redes sociales y la era de la información han tenido sobre las relaciones: han contribuido decisivamente al desapego, a la fugacidad, a la fragilidad, al escaso compromiso. Nunca ha sido tan fácil como ahora conocer gente con tanta rapidez y en tanta cantidad, y el mal uso que hacemos de las nuevas tecnologías no contribuye precisamente a mejorarlo.

¿Qué certezas le han quedado tras editar su libro y leer a estos autores? ¿Alguna conclusión positiva o negativa respecto al amor? ¿Quedamos esperanzados?

Certezas, pocas. Cada poeta –en nuestro libro hay 16– y cada ilustrador –en Amores líquidos hay 13– tiene una visión muy única y particular sobre el amor y su liquidez: algunos son críticos, otros se muestran inocentes y esperanzados. Los hay que todavía creen en el poder de los sentimientos, y otros que piensan que el dinero o lo material lo han estropeado todo. Imagínate qué certidumbre sobre el amor podemos extraer de una obra elaborada por tal cantidad de personas. Cada lector tendrá que decidir con qué visión se queda.

Adelántenos, ¿qué proyectos aparecerán próximamente en Circo de Extravíos?

Estamos trabajando ya en el segundo volumen. Todavía nos encontramos en plena fase de documentación y de búsqueda de colaboradores, pero puedo adelantar que nuestro siguiente libro seguirá la misma estructura que Amores líquidos… y que abordará la cuestión LGTB.

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