
Hace unos días Aznar dijo que Gadafi era un amigo… extravagante, pero un amigo. Mayor Oreja afirma, cada vez que le ponen un micro delante, que el gobierno está negociando con E.T.A como si no supiera decir otra cosa. Rajoy silba una muiñeira mientras mira para otro lado cuando le preguntan. Zapatero anuncia que no se presentará a las próximas elecciones generales para dejarle el marrón de perder -y quemarse- al que venga tras él y así retirarse invicto. El discurso de Rosa Díez se articula básicamente en dejar claro lo asqueada que salió del PSOE, y apuesto un brazo de mi DJ a que la mayoría de los españoles no tiene ni idea de cómo se llama el coordinador general de Izquierda Unida… Bonito panorama se nos dibuja cuando NINGÚN político aprueba en las encuestas…
Aunque no lo creáis hoy no me he levantado pesimista, simplemente estoy confundido con la idea que tenemos en España de democracia… se supone que es el gobierno de todos ¿no? Algo debemos haber hecho terriblemente mal para que nos sintamos completamente ajenos a nuestra clase política. Pero bueno… a otra cosa.
Realmente lo que quería compartir hoy con vosotros es mucho más divertido. Hace unos días tuve la enorme suerte de cruzarme con un miembro de la iglesia de la Cienciología. Tenía unas ganas enormes de hablar con alguien que perteneciera a esa organización porque tengo un amigo que coqueteó con ella, pero nunca supo decirme claramente de qué iba. Bien, lo que voy a hacer ahora es un poco cutre, pero creo que sabréis perdonármelo. Os voy a pegar un cacho de definición del la Wikipedia que habla de los orígenes de la vida en la tierra según la Cienciología:
“Según la doctrina de la Cienciología, Xenu (también Xemu) era el dictador de la «Confederación Galáctica,» que hace 75 millones de años trajo miles de millones de personas a la Tierra en naves espaciales parecidas a aviones DC-8. Seguidamente, los desembarcó alrededor de volcanes y los aniquiló con bombas de hidrógeno. Sus almas se juntaron en grupos y se pegaron a los cuerpos de los vivos, y aún siguen creando caos y estragos.”
No sé si hace falta comentar mucho sobre esto….
El caso es que es maravilloso ver hasta qué punto la gente está dispuesta a creer lo que sea para sentirse bien. Los griegos decían que había dioses es un monte que jugaban con los humanos como si fueran piezas de ajedrez, los cristianos que solo hay un dios que mandó a su hijo -que en realidad es él mismo también- a la tierra en una misión suicida tras embarazar virginalmente a una joven palestina a la que se le anunció el Arcángel Gabriel-aunque para los testigos de Jehová y los adventistas el único arcángel es Miguel, claro- La mitología japonesa habla de más de ocho millones de dioses, la hindú de la reencarnación. Para los nórdicos -ahora que van a estrenar la peli de Thor- al principio de los tiempos habían tres mundos, el de hielo, el de fuego y el que se creaba a partir de la sustancia que salía de un caldero que estaba en el primero de los mundos -¿?- Yo, como autor que soy, valoro la imaginación de los creadores de estas historias y, cuando se habla de mitos milenarios, uno no puede evitar pensar que “bueno, al fin y al cabo hace dos mil años la gente en general tenía una cultura muy limitada…” Pero ¿que en abril de 2011 me venga un tipo a decir que el dictador de la Confederación Galáctica trajo la vida a la tierra en naves espaciales hace setenta y cinco millones de años? ¿Que hayan miles de personas que se lo creen y dan dinero a esta organización? Somos unos animales fabulosos… ¿Cómo no va a ganar Camps las elecciones en Valencia?