Así titulaba Josep Segú su reseña de la exposición “Aleksandr Deineka (1899-1969). Una vanguardia para el proletariado”, en el último “cultura/s” de “La Vanguardia”: “La fábrica de sueños soviética”, donde señala: “La obra de Aleksandr Deineka y algunos contemporáneos soviéticos que presenta la Fundación Juan March emite mensajes ideológicos, a base de simplificar, ordenar y estructurar la figura humana y su entorno. Deineka adapta a la figuración esquemas concebidos por los cubistas franceses, los futuristas italianos o los suprematistas rusos. Su pasado como pintor de la vanguardia constructivista en la estela de Tatlin, Ródchenko, Popova, no impidió su giro hacia la figuración, logrando ser considerado una de las principales insignias del realismo socialista”.