La fuerza del sol tropical determina el paisaje y el ritmo de la vida en el nordeste brasileño. El calor transforma la tierra en caatinga, la marca con el blanco de las plantas secas y con el rojo de la sangre campesina que lucha y muere por sacar algo de aquél suelo. A la vez, también es la singular luminosidad del sol que hace lucir los colores intensos de frutas típicas vendidos en los mercados al aire libre –que combaten el calor y estimulan la interacción tanto como las ropas ligeras. Esta relación entre la geografía y las costumbres es el enfoque de la muestra Zona Tórrida, certa pintura do Nordeste. Organizada por Santander Cultural de Recife, reúne obras de artistas que, o bien nacieron en esta área del globo, o bien la escogieron como su hogar, como Cícero Dias, Carybé, Montez Magno, Vicente do Rego Monteiro, Lula Cardoso Ayres y Bruno Vilela. Según el texto de presentación de la exposición, en ella, “el visitante es invitado a explotar las singularidades de la producción artística hecha a partir del Nordeste, especialmente la fuerza de los colores de las obras e su relación con las características ambientales y culturales de la región”.
