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Mientras tantoGracias por vuestra ayuda

Gracias por vuestra ayuda


El todoterreno blanco se mueve presuroso por el paseo marítimo de Tiro. Las ilustres iniciales brillan relucientes sobre el coche. Son ellos, los salvadores del mundo. Unidos para Nada, Unidos para Naufragar bajo las traicioneras aguas du Liban. El coche se detiene ante uno de los cafés de moda. De él baja una tipa enrollada en varias sábanas de colores. Acaba de regresar de una importante misión de reconocimiento en Cachemira, ha cabalgado en dromedario, ha meado en agujeros en el suelo de los lugares más conflictivos del planeta y en su mano está que los enanos de los campos de refugiados aprendan a sonarse correctamente los mocos, antes de que algún pez gordo aparezca con una tijera cortando cintas.

 

Un proyecto, dos ampliaciones, y 18 espléndidas pagas más tarde ella sigue aquí, disfrazada de limpia parabrisas rumana en la Castellana. Un cacho de metal coloreado cuelga de su cuello, la asimilación con los nativos es total. Enormes dudas me asaltan, o bien sus antepasados son fenicios, o no es más que otra soplapollas de la ONU saliendo de la cueva para beber capuccinos y comprar alfombras. El hombre a su lado está alerta. Nunca se sabe desde debajo de que mesa provendrá el ataque suicida. Su barriga cervecera y su tez enrojecida por el esfuerzo hacen que se camufle a la perfección en la zona. Repite habibicon un tono familiar, de colegueo, difícil determinar en qué embajada habrá curtido así su acento… El resto de la clientela se muestra somnolienta. Con Israel en la comunidad de vecinos para que gastar una bala en ellos…

 

Es un misterio lo que hacen aquí o más exactamente de que sirve. Sí, venir a solucionar el conflicto entre los de siempre, como si los pobres no tuvieran bastante con aguantarse los unos a los otros como para soportar también a un gordo de Amberes y a la descerebrada de su amiga metiendo baza. Al menos, gracias a su presencia, las ruinas arqueológicas de Tiro mantienen abiertas sus puertas en invierno ante la falta de libaneses, demasiado ocupados en el tráfico de armas y la apertura de clínicas estéticas. Los palestinos pueden respirar tranquilos. Si hay bronca la ONU será la primera en desfilar pero, eso sí, sin romper nada, que siempre se agradece.

 

No tardan en marcharse. Él mira a los lados antes de montarse en el coche. Un buen francotirador nunca duerme. A ella se le ha enganchado el envoltorio en una de las elegantes sillas de mimbre del local. Pone cara de asco, los árabes no han resultado ser tan pobres como se creía…

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