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Mientras tantoMenuda semanita...

Menuda semanita…


 

Menuda semanita… por primera vez en meses las noticias económicas han dejado de abrir telediarios y de ser portada de periódicos. Han ocurrido muchas cosas, y como suele ocurrir, algunas han sido buenas y otras han sido malas.

 

Empiezo por las malas, no porque sean más importantes, sino para poder dejar las buenas para el final y acabar con un mejor sabor de boca. Parece que ya es oficial: Si se considera por parte de alguien que una persona debe morir, se la puede matar sin problemas y con el beneplácito de la comunidad internacional. Ya ocurrió con Bin Laden y lo dije en este mismo huequecito de Fronterad, Estados Unidos decidió ejecutar -por orden del Premio Nobel de la Paz Barack Hussein Obama- al supuesto líder de la organización terrorista Al Qaeda, alguno dirá “¿Supuesto? Pero si era un asesino asqueroso, cruel y despiadado” Probablemente lo fuera si, pero era “supuesto” porque ningún juez o jurado le condenó en un juicio con garantías de esos de los que se sienten tan orgullosos los país de occidente. De veras, no sé cuándo alguien tiene derecho a juicio y cuándo no, parece que es aleatorio, da la sensación de que las ganas de sangre son más legítimas que las ganas de justicia -aunque haya quien piense que ambas cosas son lo mismo, no lo son-

 

A Gadafi lo asesinaron el jueves ¿Es un personaje al que yo tuviera simpatía? no, pero si empezamos a aceptar que hay personas a las que se las puede eliminar gratuitamente, estamos deshaciendo el camino y eso es una mala noticia.

 

Otra mala noticia ha sido la muerte -hace unos minutos- del corredor italiano de motos Marco Simoncelli. Yo soy un amante del deporte, me encanta la competición y admiro a las personas que son capaces de llegar al límite intentando superarse. Este señor era uno de esos locos que siempre estaba dispuesto a forzar un poco más, a ir un poco más rápido, a asumir un punto más de riesgo… hoy la suerte ha decidido que de esta no iba a poder salir… mando mi apoyo y mi cariño a la familia del motociclismo porque ha perdido a uno de sus miembros.

 

… y ahora lo bueno. A estas alturas no existe un ser humano en España que no sepa que ETA anunció el pasado jueves veinte de octubre el “cese definitivo” de su “acción armada”. Bien, una parte de la prensa más derechona de este país parece enfadada con este anuncio, da la sensación de que les molesta, de que la declaración está hecha en su contra… no lo entiendo. Es cierto que siempre es deseable un paso más, o dos, o tres, pero ¿de verdad alguien puede discutir que un cese definitivo de la violencia es una buena noticia? Cuando leo alguna prensa tengo la sensación de que estos periódicos están escritos por personas perpetuamente enfadadas con el mundo, insatisfechos constantes que necesitan escupir veneno a cualquier cosa que se mueva, pero no importa, hoy no enturbiarán mi ánimo, estoy feliz. Estoy feliz porque soy de una generación que no recuerda la vida sin ETA y ahora parece que estamos a un paso de que mis hijos tengan que preguntarme en el futuro qué era eso y por qué mataban. La justicia debe seguir trabajando, pero ahora ninguna idea podrá ser impuesta a tiros o a bombazos, en lugar de eso serán los micrófonos los que sonarán, cada cual defenderá su postura y se tendrá que alcanzar acuerdos, así es cómo debe ser, así es como debió ser siempre.

 

“Pero ¿Te fías?” Me preguntó un amigo “el último alto el fuego lo rompieron matando en la T4 de Madrid” bueno, “fiar” no creo que sea el verbo que encaja mejor aquí, digamos mejor que estoy esperanzado, y la esperanza es una sensación de lo más agradable.

 

 

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