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Mientras tantoNo fue una partida más. Fin a 8 años de imbatibilidad

No fue una partida más. Fin a 8 años de imbatibilidad


 

Permítanme que comience esta historia con una fecha: 22 de marzo de 1924. Ese día, el para muchos mejor jugador de la historia, el cubano José Raúl Capablanca, perdía una partida de ajedrez contra Richard Reti. El hecho en sí, no hubiera tenido mayor trascendencia si no fuera porque esa derrota significó el final de 8 años de imbatibilidad del genial cubano, que dicho sea de paso, ostentaba el título de campeón del mundo por aquel entonces. La última partida que había perdido Capablanca, había sido el 7 de febrero de 1916, lo que ofrece un período de  8 años 1 mes y 2 semanas imbatido.

 

Capablanca fue campeón del mundo desde 1921 hasta 1927, pero hoy, nuestro héroe debe ser y es por derecho propio, el checo Richard Reti que no tuvo compasión de D. José y le devolvió al mundo de los mortales ese fatídico día.

 

Se jugaba el torneo Internacional de Nueva York que fue ganado por Emanuel Lasker, seguido de Capablanca que sólo perdió una partida (¿adivinan cuál?). Reti no realizó un mal torneo, ya que consiguió quedar en 5º puesto detrás de primerísimas figuras.

 

Richard Reti perteneció a la llamada escuela hipermoderna, que proponía el control del centro no ocupándolo con peones, sino controlándolo desde lejos con alfiles en fianchetto y con peones laterales. Fue un genial compositor de finales y escribió libros de gran éxito. Es el autor de un final que únicamente tiene los reyes y un peón por cada bando y, a pesar del reducidísimo material y del tiempo transcurrido, está considerado una obra maestra y todo el que lo ve por vez primera, se resiste a creer que el final sea tablas. Como jugador, consiguió multitud de primeros puestos en torneos entre 1918 y 1929. Nació el 28 de mayo de 1889 y murió el 6 de junio de 1929, víctima de la escarlatina.

 

Capablanca, en gran forma y campeón del mundo, poco se imaginaba que la siguiente partida significará el fin de una impresionante serie de 71 partidas invicto.

 

Blancas: Richard Reti

Negras: José Raúl Capablanca

Nueva York, 1924

 

1.Cf3 [Reti juega la Apertura Reti, que fiel a sus ideas, no ocupa el centro con peones, al menos, no inmediatamente]

 1…Cf6 2.c4 g6 3.b4 Ag7 4.Ab2 0–0 5.g3 b6 6.Ag2 Ab7 [Capablanca no solía fianchetar sus alfiles y menos, jugar un doble fiancheto. ¡Capablanca contra Reti, jugando al estilo de Reti!, parece como si le dijera: Te puedo ganar jugando como tú. ¿Prepotencia, soberbia, confianza excesiva? Posiblemente ésta es la primera vez que jugaba así en partida seria y quién sabe si por ello, nunca llegó a encontrar una línea clara de juego]

 7.0–0 d6 8.d3 Cbd7 9.Cbd2 e5 [Por fin vemos un peón en una casilla central]

 10.Dc2 Te8 11.Tfd1 a5 12.a3 h6 13.Cf1 c5 14.b5 Cf8 15.e3 Dc7 [Hasta ahora, ambos contendientes se han permitido situar las piezas donde mejor les parezca y ahora Reti, jugando según su doctrina, contraataca el centro de peones negro]

 16.d4 Ae4 17.Dc3 exd4 18.exd4 C6d7 [Tal y como decía antes, parece que Capablanca no se encuentra a gusto en esta posición. Más natural y lógica era la jugada Ce6 continuando la presión en la casilla d4 y si Reti juega 19.dxc5, sigue Cxc5 con una magnífica posición]

 19.Dd2 cxd4 20.Axd4 Dxc4 [Capablanca está irreconocible y con esta jugada, permite que Reti consiga una gran iniciativa, cosa que éste no desaprovecha]

 21.Axg7 Rxg7 22.Db2+ Rg8 23.Txd6 [Ahora Reti amenaza 23.Tc1 Da4 24.Td4 atrapando la dama]

 23…Dc5 24.Tad1 [La piezas de Capablanca están en los lugares equivocados y la posición pende de un hilo]

 24…Ta7 25.Ce3 Dh5 [Capablanca, un Don Juan según las crónicas, esta vez no acierta a acomodar a su dama.]

 26.Cd4 [¡Vaya!, un grandísimo compositor de finales artísticos como fue Reti, esta vez no encuentra la jugada ganadora 26.Td5 Axd5 27.g4 ganando la dama (Td5 es necesaria para que la dama no llegue a la casilla de escape c5)]

 26…Axg2 27.Rxg2 De5 [Cuando no se tiene el día, no se tiene. La dama va y viene como una pelota de tenis. Bien es cierto que no servía 27… Txe3 28.fxe3, ya que si Dxd1, sigue 29.Cf5 amenazando la dama y mate]

 28.Cc4 Dc5 29.Cc6 Tc7 30.Ce3 [De nuevo, la amenaza es capturar la dama con 31.T1d5]

 30…Ce5 31.T1d5 [Capablanca, probablemente, tan mareado como su dama, decide abandonar la partida sin esperar la siguiente secuencia casi obligada: 31… Cc4 32.Txc5 Cxb2 33.Tc2 Ca4 34.Cd5 amenazando 35.Cxc7 y Cf6+] 1-0

Dicen las crónicas que Capablanca perdió esta partida por estar más atento a una hermosa mujer que estaba entre los espectadores, que a la partida misma, así que por esta vez, las féminas se pusieron en su contra (la del tablero y la espectadora) ¡Las mujeres son poderosas!

 La planilla de la partida

Donde se puede leer el nombre del torneo y el hotel donde se jugó.

Curiosamente, el hotel existe y además ¡en la misma dirección que se lee en la planilla!

Luis Pérez Agustí

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