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Mientras tantoPolémica: el velo islámico

Polémica: el velo islámico


Sé que no es popular lo que voy a escribir y que muchos de los que escuchan y leen no estarán de acuerdo, pero mis convicciones en esto son firmes… este soy yo.

>Prohibir y obligar son sinónimos… igual de reprobable es una cosa que la otra. Yo soy un cabezón, y por eso sé bien que encabezonarse no es bueno. La
sociedad no puede plantear un discurso sobre la base del “encima
que estás en mi país”. Todo menor tiene derecho a la educación,
eso es algo fundamental que debe de ser defendido por cualquier
persona de bien. Me da mucha rabia no ser capaz de entender cómo es
posible que los padres y los profesores del instituto han ido a
reunirse para cambiar las normas del centro con el único propósito
de forzar a una niña a irse. No lo entiendo ¿qué más le puede dar
a nadie lo que otro lleve en la cabeza? Me han argumentado diciendo
eso tan socorrido de que hay que adaptarse a las normas del país en
el que estás… alucino ¿de verdad nadie ha pasado nunca por
cualquier pueblo español y ha visto a esas viudas españolas con su
velo negro de luto? Ellas hacen vida con el velo sin que nadie les
diga nada, van a misa con él, a la tienda de la esquina y a barrer
las puertas de sus casas ¿De veras alguien imagina a un alcalde
legislando para prohibir el velo de luto? Es una costumbre
-probablemente tonta, si- pero que en ningún caso hace el más
mínimo de los daños a nadie. Cada cual debe de tener el derecho de
elegir qué quiere ponerse…

 

Se dice que el hiyab es exclusivo para la mujer… ¡por supuesto que lo es! Como los son las faldas. En los colegios privados de la España laica los niños no
pueden llevar falda como uniforme del mismo modo que las niñas no
pueden llevar pantalones; que alguien me explique por favor la
diferencia. Sé que habrá quien diga que es distinto porque a las
niñas musulmanas las obliga a ponérselo, pero claro, todo eso es
tan relativo… cuando se obligue a alguien estará mal, sin duda, a
lo que sea, pero ¿cómo sabemos quién lo lleva obligada y quién lo
hace por voluntad propia? Europa está tan obsesionada con la idea de
que el mundo tiene que ser como allí se concibe que olvida el hecho
de que imponer no significa tener razón. Igual de respetable es la
decisión de ponerse el velo que la de no ponérselo y aquel que no
esté de acuerdo puede argumentar cuanto le plazca, pero en ningún
caso prohibir. Las religiones para mi son algo de lo más extraño,
no suelo entender casi nada de lo que se hace por el dios que sea,
pero si no hay nadie que levante la voz contra el velo de las mojas
-si, si, velo, es exactamente eso y tiene el mismo motivo que el
islámico- si se entiende que las mujeres llamadas por Dios a
servirle en una orden religiosa voluntariamente aceptan las estrictas
normas entre las que encontramos el hecho de que han de cubrirse el
pelo ¿por qué hay quien se lleva las manos a la cabeza cuando una
musulmana hace lo mismo? ¿Qué es lo que hace a una cosa permisible
mientras que a la otra no? ¿Alguien ha caido en la cuenta de que las mujeres occidentales se ponen velo en sus bodas? ¿Lo prohibimos también? El otro día estaba en el aeropuerto pasando todas esas medidas de seguridad que nos ponen por nuestro
bien cuando coincidió que justo delante de mi una sor tenía que
pasar el arco de detección de metales, no se quitó el velo y a
todos nos pareció normal, pero justo después yo tuve que sacarme la
gorra porque lo mismo llevaba una bomba o uranio empobrecido en la
cabeza…las normas que deben de igualarnos a todos demasiando a
menudo logran exactamente el efecto contrario.

 

Hoy mismo me han dicho que no está mal que se expulsara a la niña del colegio porque el los países musulmanes se maltrata al cristianismo… a ver cómo
empiezo. Que allí se hagan las cosas mal no quiere decir en ningún
caso que aquí se deban hacer del mismo modo ¿no? Odio esa actitud
de “si este no lo hace bien, yo tampoco” tú preocúpate de
cumplir con tu parte, pero no dejes de hacer lo que debes porque el
otro no hace. Es tan estúpido como cuando un buen cristiano dice que
él si irá al cielo porque ha sido bueno pero que no ve bien que el
otro también vaya porque se ha portado mal. Vamos a ver, tú ve al
paraíso y disfrútalo, no estés comiéndote por dentro mirando a tu
alrededor, cada uno es responsable de sus actos y esa idea vengativa
del ojo por ojo no hace más que acercarnos a un mundo en el que
terminaremos todos tuertos. Es más ¿no se supone que las sociedades
europeas son mejores, más permisivas y abiertas que las demás? ¿qué
forma de demostrarlo es prohibiendo y censurando?

 

Los más viscerales han dicho que la culpa de la expulsión es de la niña. Que la han echado por no cumplir las normas y no bajarse del burro, que ya está bien
de ser tan condescendientes. Pensar que el motivo del cambio de
normativa del centro a mitad de curso es la simple satisfacción de
ver cómo una menor de edad renuncia a sus creencias para amoldarse a
los caprichos del consejo escolar me hace sentir vergüenza. Creo que
todo está confundido… quisiera decirle a mi sociedad que aceptar
las costumbres -no lesivas- de la gente que llega no es una gracia
que concede el nativo si no una obligación legal. La Declaración de
los Derechos Humanos en su artículo 18 dice que todos tenemos derecho a expresar
nuestra espiritualidad a través de los diversos cultos. Tú no me
permites creer en mi dios, simplemente tienes que aceptarlo y punto
tal y como yo acepto que tú adores al delantero centro de tu equipo
de fútbol.

 

Como aquí no tengo que luchar para ser políticamente correcto diré que no tengo ninguna duda de que el problema no es tanto el velo de chica como su
procedencia. España está llegando por fin al nivel de europeización
suficiente como para que tengamos ya actitudes abiertamente racistas
y xenóbobas. Nuestra sociedad de una vez por todas ha alcanzado el
punto en el que puede decir orgullosa que soporta al inmigrante tan
solo porque le necesita como mano de obra. La inmigración es un mal
necesario, o escrito de otro modo: un mal, lamentablemente necesario,
y es conveniente dejar ese extremo meridianamente claro al que llega;
te acepto porque no tengo otro remedio, pero no te quiero aquí, me
molestas. Cuando hago los talleres con los chavales en los institutos
lo veo claro, hace unos años ser racista era algo considerado por
todos como malo, era de hecho un insulto contra el que la gente se
defendía. Ahora no, ahora los chicos asimilan la posibilidad de
autodenominarse racistas como una opción normal más. En una clase
te encuentras a unos cuantos que se reconocen racista y otros tantos
que sin serlo, lo respetan… ¡lo respetan! Madre mía ¿alguien de
verdad se atreve aún a mantener el discurso de que cualquier idea es
respetable? Porque yo tengo clarísimo que no es así. Cualquier
creencia que veje, falte, discrimine o menosprecie es simplemente
inaceptable, y por supuesto, no respetable.

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