“Ajedrez Postal” o “Ajedrez por Correspondencia”, es una modalidad ideal para el aficionado que no desea o no puede desplazarse al local de juego o por qué no, para todos aquéllos que prefieren disponer del mayor tiempo de reflexión posible. En esta modalidad tan especial, el calendario es el “reloj” que marca el control del tiempo, pues si en el ajedrez convencional, 3 minutos puede ser el promedio de tiempo por jugada, en el ajedrez postal se dispone de varios días para comunicar las jugadas de todas las partidas, pues suelen disputarse varias simultáneamente.
Según cuenta la historia, la primera partida por correspondencia, se jugó en el siglo IX entre el califa de Bagdad Harum al-Rashid y Nicéforo I Logothetes Megas, emperador de Bizancio, aunque la primera conocida data de 1804, tiempos en los que los sobres que contenían las jugadas eran transportados en carruajes, e incluso se afirma que las palomas mensajeras eran otro medio de transporte utilizado. Hoy día, el correo electrónico y la propia Internet, han facilitado considerablemente la comunicación y gestión entre organizadores, participantes etc.
Mucho le debe el ajedrez a esta modalidad “postal”, pues además de fantásticas partidas, se ha enriquecido con ella la teoría de aperturas. Ha sido gracias a los enfrentamientos a distancia entre diferentes países, que quedaron incorporadas para la literatura aperturas como La Escocesa, La Defensa Francesa o La Defensa Húngara.
Como continuación a la serie “Premios de Belleza”, hoy quiero ofrecerles la primera partida de “Ajedrez Postal” a la que se le otorgó tal galardón. Antiquísima partida disputada en 1893, en el crepúsculo del ajedrez romántico, en la que si me permiten la expresión, “me enamoré” de las diabluras del peón de dama negro, para mí, auténtico protagonista de esta historia.
Vamos a ver esta fabulosa partida y luego, díganme si a pesar de los extraordinarios movimientos realizados por el bando negro, es o no el humilde peón el que se merece el más alto reconocimiento.
Blancas: J. B. Stebbins (?-?)
Negras: James Efrain Narraway (1857-1947)
Lugar y fecha: Canadá, 1893
1.e4 e5 2.d4 [Apertura Central]
2…exd4 3.Dxd4 Cc6 4.De3 g6 5.Ad2 Ag7 [Un buen emplazamiento para el alfil, a costa de ciertas debilidades en las casillas negras, por lo que conviene conservar esta pieza]
6.Cc3 d6 [Y aquí comienza su andadura el protagonista de la historia.]
7.f4 Cf6 8.Ad3 Ad7 9.Cf3 Cb4 10.a3 Cxd3+ 11.Dxd3 De7 12.0–0–0 (Ver diagrama)
Las negras también se enrocan largo
12… 0–0–0
[¡Con buen criterio! Las blancas habían organizado
su ejército para atacar el enroque corto de las negras.]
13.Dc4 Ac6 14.The1 The8 [Un juego muy elaborado, posicional y hasta prudente. La partida pertenece a la época romántica del ajedrez, pero bien podría haberse jugado ayer mismo.]
15.Cd5 Dd7 16.Cd4 [Precipitado. El blanco entrega un peón sin ninguna compensación, quizás por un error de cálculo]
16…Txe4 17.Cxf6 Axf6 18.Txe4 Axe4 19.Cb5 d5 [¡Cómo no!, es nuestro héroe el encargado de mantener el peón de ventaja. El peoncito ataca a la poderosa dama y de paso defiende el alfil. Puede que ésta fuera la jugada que no consideró Stebbins cuando entregó el peón]
20.Df1 [Si 20.Cxa7+ Rb8 y quedan bajo amenaza la dama y el caballo]
20…a6 21.Cc3 Af5 22.Dg1 [Con un peón de menos y posición inferior, Stebbins intenta infiltrarse con la dama en la guarida del rey negro, pero ¿saben quién lo va a impedir?]
22…d4 [¡Seguro que se lo imaginaban! Por segunda vez, este peón desbarata los planes del blanco y ya se está convirtiendo en una pesadilla]
23.Ae3 [Stebbins se siente tranquilo al poner un tercer ataque sobre el peón, dado que está clavado por la acción de la torre sobre la dama, ¡pero no sabe con quién se las trata! La diosa Caissa le ha otorgado magia al valeroso infante que guiado de la mano de Narraway, va a complicar enormemente la vida al blanco. ¿Verdaderamente puede estar clavado un peón protegido por los dioses?] (Ver diagrama)
El bando blanco confía en “la clavada” al peón negro
23…dxc3
[¡¡ Tremenda sorpresa !! las negras entregan la dama por torre caballo y peón, lo que en principio y hablando en valores absolutos, podría estar compensado. Pero no es la intención de Narraway el simple intercambio de material, sino organizar un ataque imparable al monarca blanco]
24.Txd7 cxb2+ [¡Sin palabras! pero si creen que el mágico peón llegó al final de su recorrido ¡esperen un momento!]
25.Rb1 Txd7 26.g4 … (Ver diagrama)
Un peón de pesadilla
26… Td3
[¡Movimiento aún más inesperado que la entrega de dama! La amenaza es «sencilla»: Txa3 y Ta1 jaque mate, pero ¿qué se puede hacer cuando la diosa Caissa le ha reservado a tu rival su día de gloria?]
27.Ac1 [¿Magia? ¡Tal cual tuviera un potente imán, el asombroso peón atrae hacia él a las piezas enemigas! Así es ¡¡ el propio Stebbins, como mal menor, pone sus piezas al alcance del mágico peón !! Indico otras posibilidades del blanco, pero todas ellas llevan a un final totalmente perdido]
[Si 27.Ac5 Ae4 28.cxd3 Axd3+ 29.Ra2 b1D+ 30.Dxb1 Axb1+ 31.Rxb1 Rd7
Si 27.cxd3 Axd3+ 28.Ra2 b1D+ 29.Dxb1 Axb1+ 30.Rxb1 Rd7
Si 27.gxf5 Txa3 28.c3 (Para escapar del mate) 28…Axc3 29.Rc2 Ta1 30.fxg6 hxg6 31.Db1 Txb1 32.Rxb1 Rd7]
27…bxc1D+ [¡Hasta siempre, valeroso peón!, verdadero protagonista de este extraordinario premio de belleza. Es de justicia poner un diagrama que muestre la asombrosa trayectoria del pequeño gran héroe] (Ver diagrama)
Triunfal y extraordinario recorrido del peón
28.Rxc1 [¿A que ya no es lo mismo sin el peón?]
28…Ad4 [Y Stebbins, con buen criterio, abandonó en una posición en la que sólo puede esperar a que su iluminado rival, elija de qué forma prefiere rematarlo] 0–1
Una posible continuación sería
29.De1 Te3 30.Dd2 Te4 (Amenaza 31… Ae3) 31.Da5 Axg4 (Ver diagrama)
Previsible final, aunque Stebbins no esperó tanto
Luis Pérez Agustí
