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Mientras tantoVacaciones por justicia...

Vacaciones por justicia…


Mientras en Mogliano
Veneto,
el alcalde de la xenófoba Liga Norte Italiana –
Giovanni Angelini- crea una nueva señal de tráfico triangular de
atención en la que sustituye la figura de escolares, o de ganado,
por la de una mujer con minifada y bolso al hombro para declarar su
municipio “libre de prostitución”; en Getafe un juez pide a los
inmigrantes que quieren iniciar los trámites de nacionalización que
expliquen por escrito en qué consiste la tortilla de patatas, el
cocido madrileño y la paella valenciana -o mejor aún “¿Qué
ocurrió en España en 1868?”- Otro juez, esta vez en
Fuerteventura, hace lo mismo y pregunta cuáles son las tres montañas
más importantes de la isla y cuál es el símbolo de España -yo no
lo tengo muy claro- Todos estos exámenes, que no se apoyan en
ninguna ley, pueden llegar a retrasar el proceso de adopción de la
nacionalidad ¡hasta cuatro años! Cuatro años es el tiempo que
muchos jóvenes invertirán para pasar del instituto a conseguir su
grado universitario después de la implantación de Bolonia. Cuatro
años es el tiempo que ha trascurrido entre que, en Mogliano Veneto,
se celebrara cómo la selección italiana de fútbol ganaba el
mundial, y las lágrimas que ahora muestran la pena por haber sido
eliminados en primera ronda. Cuatro años son los que han
transcurrido desde que Evo Morales tomara posesión de la presidencia
de Bolivia -¿Quién recuerda el nombre del anterior presidente de
aquel país?- Hace cuatro años del famoso “Alto el fuego
indefinido” de ETA -hace doce muertos de eso- y hace cuatro años
Andre Agassi aún jugaba al tenis. Un amigo me dijo una vez que los
jueces no son más que personas y como tales pueden confundirse, es
cierto, el problema es que sus equivocaciones pueden hacer perder
mucho a mucha gente, ellos tienen un enorme poder y, como decía
Spiderman: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”
Ellos deben ser los administradores de justicia y justicia se define
como “Derecho, razón y equidad” Si entendemos que equidad
significa “Bondadosa templanza habitual. Propensión a dejarse
guiar, o a fallar, por el sentimiento del deber o de la conciencia,
más bien que por las prescripciones rigurosas de la justicia o por
el texto terminante de la ley.” Encontramos un serio problema… la
conciencia individual no debe tener nada que ver en los fallos
judiciales porque lo que para una persona es justo, para otra no lo
es. Un juez debe guiarse por datos objetivos, no por sensaciones. Si
tenemos la mala suerte de contar con jueces que sienten que su deber
es ponérselo difícil -más difícil aún- a la persona que aspira a
la nacionalidad, quizá deberíamos recordar que la justicia no está
para castigar al ciudadano que no ha incumplido la ley, ni para
molestarle, ni para examinarle de sus conocimientos gastronómicos,
de historia o de literatura; más bien al contrario, debe facilitarle
la vida porque debe de ser un servicio y no algo de lo que sentirnos
extraños y que todos queremos evitar.

 

Hace calor, comienza la
operación salida -o entrada, depende- y ya va tocando que algunos de
los que se lo han ganado descansen. Nos vemos en agosto.

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