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Mientras tantoY la nave de Teatra descendió sobre el Museo

Y la nave de Teatra descendió sobre el Museo


 

 

Presentación del Nº 11 de la revista Teatra

en los sótanos del Museo Reina Sofía. 1996.

Foto: José Luis Raymond.


El amerizaje de los hombres de Teatra en los sótanos del Museo Reina Sofía de Madrid, se produjo en el invierno de 1996. Su nave Redactoria descendió hasta el subsuelo, precisamente junto a las estancias de Ataulfo, el famoso fantasma que ven los trabajadores del Museo, sus vigilantes y parece que hasta sus perros.

 

Los feligreses de Teatra, vestidos de luto riguroso, descendieron escaleras y atravesaron naves a oscuras, como en un Vía Crucis por las catacumbas del Templo; sólo los latigazos de luz de dos linternas guiaban a la comitiva hasta el lugar de encuentro.

 

El descendimiento en colectividad al subsuelo, a la par que merma la visión, aviva los instintos. Nuestro público nunca estuvo más vivo y sensitivo que en aquella presentación en tinieblas.

 

Arroyo lucía como un sol con sus zapatos amarillos dentro de aquel montacargas de acero inoxidable. Ficharlo para nuestra presentación en el Museo, (durante la celebración de ARCO), fue todo un emblema de la vocación artística que había profesado siempre esta revista.

 

Dio instrucciones el pintor a los asistentes, para que abrieran los sobres que les habían sido entregados a la entrada, y extrajeran de ellos dos círculos de cartulina plateada, a través de cuyos orificios podrían ver el acto como se mira a un eclipse.

 

Pronunció sus palabras el maestro Arroyo, mostrando al público la nueva Teatra, afirmando que se trataba de una revista insólita; que no había otra como ella en el mundo, y que su valor radicaba en ser así de extraordinaria. Por último estampó su firma sobre la portada de las revistas, que mostraban a su espalda, los miembros de Teatra.

 

Y tras esta rúbrica colectiva, (iluminada imprevistamente por los flashes de las cámaras), volvieron a encerrase los ocho en el montacargas, que habría de conducirlos hasta la cuarta planta; donde recibirían a sus invitados, para agasajarles con un ágape de viandas y bebidas  tan negras, como la ceguera misma.

 

En grupos de 60 fueron subiendo los asistentes, desde los sótanos hasta los miradores de cristal de la torre del montacargas. Desde allí se divisaban los tejados y las torres de Lavapiés, con las luces titilando sobre el horizonte.

 

Es justo recordar que alrededor de 300 asistentes se quedaron en la plaza, sin poder entrar a participar en el acto. Llegó a plantearse realizar un segundo pase de la presentación, como si fuese una comedia de la ceguera que se representase en un teatro apagado, en sesión de tarde y noche. El Jefe de Seguridad del Museo, y el de restauración nos disuadieron de hacerlo. Teatra había desbordado con creces todas las expectativas.

 

 

 

ENLACES CON OTRAS PRESENTACIONES DE TEATRA

Esta entrada es un anticipo de la página Web de la Revista Teatra que se está preparando en estos momentos, y cuya próxima apertura se encuentra cada vez más cercana.

Si quiere conocer alguna otra presentación de la mencionada revista, referida anteriormente en este blog, pinche en los siguientes enlaces:

 

Presentación Nº 1 de Teatra

Presentación Nº 2 de Teatra

Presentación Nº 4 de Teatra

Presentación Nº 6 de Teatra

Presentación Nº 7 de Teatra 

Presentación Nº 9 de Teatra

Presentación Nº 10 de Teatra

Presentación Nº 12-13 en París

Presentación Nº 12-13 en Madrid

Presentación Nº 14-15 de Teatra


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