Sublime:
Ser alcanzado por el dedo todopoderoso que te hace alcalde o presidente de ayuntamiento sin un solo voto popular, para desmantelar la sanidad pública, la vivienda social, la recogida de basura…
Grotesco:
El mensaje emitido al indultar a policías condenados por torturas: que todos sepan, que sepamos, que el gobierno da luz verde para la represión más violenta. Un dedo en el ojo.