El Aforador está en pie mirando por la ventana en su despacho del gran edificio de la Gobernación. El Aprendiz de Aforador está sentado a la mesa, tomando notas en un cuaderno.
AFORADOR.- “Se aforan teatros, cines, oficinas, colegios, discotecas, plazas de toros y toda clase de espacios que tenga mal aforados. La señora que tenga algo que aforar esta mañana, solo tiene que decirlo…”
APRENDIZ.- Señor, no lo veo claro…
AFORADOR.- Cállate, que estoy creativo…
APRENDIZ.- Pero…
AFORADOR.- “Aforamos y entregamos en su propio domicilio…” ¡Me he perdido! ¿Cómo empezaba? ¡Léemelo!
APRENDIZ.- “Atención, señora, ha llegado el aforador a la puerta de su casa…”
AFORADOR.- “Se aforan teatros, cines, oficinas, colegios, discotecas, plazas de toros y toda clase de espacios y locales que tenga mal aforados. La señora que tenga algo que aforar esta mañana, solo tiene que decirlo. No deje pasar esta oportunidad. Aforamos en números, cifras, porcentajes, datos y números romanos. Aforamos y entregamos en su propio domicilio.” Y ya está. ¡No me dirás que no es fantástico y maravilloso! ¡Si es que cuando me pongo a crear…!
APRENDIZ.- Ya, señor, pero…
AFORADOR.- Si yo lo sé, si todos esos artistas de pacotilla me tienen una tirria… Es que yo la creatividad la tengo de natural… Pero ellos se tienen que esforzar, y esforzar… ¡Y encima piden dinero por crear!
APRENDIZ.- ¿Y vamos a ir por los pueblos aforando?
AFORADOR.- Vas a ir tú, con el camión, para que empieces a aprender el oficio…
Continuará.
@nico_guau