FRANCO

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Lo sublime:
Que el desarme de ETA se haga dentro del mausoleo de Franco y su «gloriosa cruzada» del Valle de los Caídos y que toda la Goma-2 de los terroristas acabe con un templo de infamia para un esforzado país que todavía no logra pasar página.

 

Lo grotesco:
Los pequeños Franco enquistados en las empresas españolas. Desde un Botín que cambió los estatutos para morir en el poder hasta un Sánchez Galán que esquilma el bolsillo ciudadano con alegatos como que cambiar un sistema injusto de cobro crea incertidumbre. Sí, por fortuna, la democracia no tiene férreas certidumbres como las dictaduras.