
Hace tiempo que no veo a Snchz, a Pablo y a Albert. Eso es que deben de estar pactando. Lo otro, las reuniones multitudinarias (yo creo que en realidad son celebraciones de cumpleaños de esas de cuando éramos pequeños en la sala de reuniones de la comunidad, con matasuegras y mediasnoches), parecen un señuelo. Mi teoría descabellada se afianza viendo el rostro excitado de Errejón casi saltando de contento en la silla ante la proximidad de los regalos (yo lo imagino horas después con coloretes arrastrándose por el suelo con ese sudor típico de los niños), mientras Mayoral a duras penas puede mantener la compostura, aunque Mayoral nunca parece poder mantenerla pues siempre tiene cara como de estar a punto de vomitar, como si acabara de llegar de juerga. Las gafas moradas (¿o son violetas?) de Hernando ahondan en el despiste. ¿Es un guiño a Podemos, un guiño alegre, o las ha sacado de la última piñata? Que se metan tantos y con tanto ruido a «negociar» a mí me hace sospechar, y más cuando luego salen y dicen que todo ha estado muy bien y que todos han quedado muy contentos, lo mismo que si les hubiera parecido estupenda la tarta del final. Todo lo contrario de lo que supuestamente acontece en otros lugares y de lo que sabemos precisamente por no saber, el misterio de quienes se traen (o creen traerse) algo grande entre manos. Yo tengo la misma sensación de aquella vez cuando acabó saliendo Valdano, entonces director general del Real Madrid, para decir que habían fichado a Ronaldo, el brasileño, después de una especie de homenaje (por su dureza) a la negociación tras la que el argentino aparecía exhausto y como vaciado y feliz después de haber pasado varios días con sus noches jugando al póker. Yo a Snchz no le veo pinta de jugador de póker. Imagino que estará Luena proveyéndole de barajas nuevas y quitándole todos los comodines donde aparece la cara de Rajoy. Yo creo que Pablo no está en la timba sino en un sótano oscuro rodeado de velas haciendo vudú, y que Albert tampoco sino delante de un espejo observándose cómo aprende a andar de nuevo. Todos pasándoselo de miedo en los partidos negociadores (menos Mayoral) y sus líderes luchando consigo mismos como Snchz, sentado a una mesa repartiendo cartas a contrincantes ficticios. Ya casi sólo se puede esperar que cualquier día de estos nos diga, hoy mismo y en mangas de camisa, que ha fichado a Ronaldo.