Nativos digitales

0
440

 “No todo son ventajas en esta apuesta por la entrada al universo digital”, me dice una uruguaya: “Los uruguayos, ya sabés, somos así. Siempre escépticos, frenando el entusiasmo”.  Es cierto. 

 

Como en ningún otro lugar del mundo, en Uruguay cada niño de la enseñanza primaria de la escuela pública y gratuita  tiene su propio laptop. Y cada maestro. El Gobierno compró los ordenadores portátiles  y se los entregó uno a uno.  Además se organizaron las redes de conexión en todo el país para que nadie quedara excluido del acceso  a Internet. Mientras tanto los niños ya están enseñando a sus padres y a sus abuelos cómo apropiarse de este instrumento para aprovecharlo en el día a día.

Esta campaña destinada a reducir la exclusión digital fue lanzada  por decreto presidencial y no tardó más de tres años en hacerse realidad en todo el territorio nacional. Si  se hubiera dado  tiempo para intercambiar opiniones  sobre el asunto, seguramente  el  “Plan Ceibal” no hubiera visto la luz del día. Hoy Uruguay es el único país que ha proporcionado el acceso a Internet a todos los escolares según el concepto OLPC (One Laptop per Child) .  Ahora se está iniciando la segunda fase con la entrega de  laptops a los alumnos de secundaria. También se les dará a los de enseñanza preescolar. El jardín de infantes es obligatorio ( y gratuito)  a partir de los 4 años de edad.

 

Uruguay desarrolla y  exporta  software y espera  crecer en este campo, poruque hay que invertir más en “brainpower”, en la materia cerebral, por ser uno de los pocos recursos naturales del país más chico de la región. Vamos a ver.

 El objetivo es formar una nueva población de NATIVOS DIGITALES, que aprendan el lenguaje tecnológico como un idioma materno. La idea parece bien encaminada. Los uruguayos lo admiten, pero nunca falta una buena ración de escepticismo. Una investigadora del Plan Ceibal advierte que ” hay cada vez más jóvenes de percepción itinerante. Son los que  se conectan rápido  con todo , saben manejarse al mismo tiempo en muchos campos diferentes pero pierden la capacidad de profundizar porque están demasiado determinados por la situación contextual.  No tienen paciencia, no toleran las pausas, que son un elemento fundamental de todo buen diálogo. Una generación de nativos digitales que no saben por qué hacen lo que hacen, que no tienen  tiempo para reflexionar y justificar por qué no tienen tiempo. .” 

El impacto de las nuevas tecnologías es muy peculiar  en un país que ha sido durante largo tiempo muy estático, donde la gente siempre ha tenido paciencia  para charlar tomando mate ,  calma para reflexionar  y tiempo para  poner freno al entusiasmo. 

Julieta Rudich  (1962), periodista y realizadora de documentales en castellano y alemán. Como corresponsal desde Viena para el periódico español "El País" y para  las radios Cadena Ser y Radio France International informa sobre asuntos que ocurren en Austria. Al mismo tiempo, para la televisión pública austriaca ORF,  3 SAT y otros dirige y produce reportajes televisivos sobre temas internacionales de relevancia sociopolítica. Como integrante del equipo del programa semanal "Weltjournal" ha viajado los últimos años por numerosos países, entre los que figuran Irak, Argelia, Marruecos, Líbano, Zimbabue, Mozambique, Etiopía, Ghana, Chad, Estados Unidos, México, El Salvador, Colombia, Venezuela, Brasil, Bolivia, Chile, Argentina y Uruguay, su país de origen. Por sus documentales fue galardonada en 1992 con el  Fernsehpreis der Volksbildung y en 1996 con el premio al mejor documental cultural del New York International Independent Film and Video Festival. Su documental “A la sombra de Saddam”, filmado en Irak en 2002, fue emitido por numerosas cadenas en varios idiomas.