Nueva entrega de las Trece preguntas con truco y un objeto inesperado, en esta ocasión a la teatrera Mercedes Fernández Blanco.
¿Cuántos años dura ya tu dedicación a esto del teatro (y claro, dinos exactamente a qué te dedicas dentro del teatro)?
Pues 10 años ya. Lo mío, para lo que me formé, es la producción, pero he trabajado más como acomodadora, jefa de sala y taquillera.
¿Comes de ello o necesitas otra actividad para alimentarte?
Pues desgraciadamente sí, necesito de otras actividades para alimentarme, incluso del apoyo familiar en algunas ocasiones, fíjate cómo está el panorama…
¿Por qué empezaste? ¿Qué hubiera sido de ti sin el teatro?
Empecé porque desde niña (te hablo de cuando tenía 4 añitos) participé como actriz en todas las actividades teatrales de la guardería, el colegio y el instituto. Al terminar la carrera (soy licenciada en Hª del Arte) decidí ser actriz (decisión que afortunadamente me duró tres días) y finalmente opté por el tema de la gestión. Pero no me imagino la vida sin el teatro, es una de las actividades más apasionantes y necesarias que existen y hace mi vida absolutamente especial.
¿Vas al teatro (a sentarte en una butaca)? ¿Por qué sí? ¿Por qué no?
¡¡¡¡Por supuesto!!!! Me encanta ver el trabajo desde una butaca. Es maravilloso dejarse sorprender por las historias, por sus protagonistas, por la forma de narrar unos hechos…
¿Te puedes mojar y decir algo que te haya gustado y algo que no te haya gustado nada de nada?
Pues mira, de lo más reciente que me ha encantado: Duet for one en el Teatro Guindalera, con la maravillosa María Pastor, y en el Teatro del Barrio, Autorretrato de un joven capitalista español, con un Alberto San Juan impresionante.
Y que no me haya gustado realmente no hay nada, siempre le saco una parte positiva a los trabajos. Pero sí es verdad que hay montajes más decepcionantes y eso me ha pasado con Carlota en el Teatro María Guerrero. Tenía muchas ganas de ver a Carmen Maura y me quedé un poco fría.
¿El teatro tiene futuro o estamos alimentando una especie en extinción?
Tiene tanto futuro como tenga la humanidad. El teatro es necesario, existe desde los inicios de la civilización, el ser humano necesita comunicarse de diferentes formas, necesita «contar» y no hay nada más mágico que el que otros te cuenten en persona una historia. Sin embargo, la gestión que rodea a la actividad teatral en nuestro país es deplorable, especialmente en los teatros públicos.
¿Darías un riñón por trabajar con… ? ¿Por qué?
Uff, con mucha gente. Directores como Alfredo Sanzol, Miguel del Arco, Claudio Tolcachir, Salva Bolta, Aitana Galán… Y de actores y actrices no te digo la lista porque podríamos estar aquí hasta mañana. Y la razón es que me gusta cómo cuentan historias; muchos de ellos son conocidos o amigos y me gusta cómo son.
¿Y con quién no trabajarías o peor, trabajarías sólo por dinero, por mucho dinero?
La única persona con la que no trabajaría ni por todo el oro del mundo es José Luis Moreno. Representa lo peor del empresario español. Ya lo hice una vez y fue muy frustrante. Luego hay otros «tipos» que no me entusiasman pero que generan proyectos en los que me gustaría estar…
¿Hay algún dramaturgo/director/actor/etc. español en activo que te interese?
Dramaturgo: José Ramón Fernández
Director: Claudio Tolcachir
Actor: Asier Etxeandía
Actriz: María Pastor
Y para terminar, podrías mostrarme un objeto que defina tu actividad como teatrera.
Es el libreto de la última obra en la que trabajé como ayudante de producción, y ya en Madrid también hice la labor de ayudante de dirección. Se llamaba Málaga, era de un dramaturgo alemán muy de moda, Lukas Bärfuss, la dirigió Aitana Galán, la produjeron Luis Caballero y Carmen Machi y la protagonizaron Roberto Enríquez, Ana Wagener y Críspulo Cabezas. No nos comimos un colín y estuvimos en la sala Teatro del Arte, en Madrid.
@nico_guau
