“Es extraño, para un pionero de la contracultura, exponer en un templo de la cultura”, comentó un sarcástico Robert Crumb durante el vernissage de la muestra Crumb: del underground al Génesis, espectacular retrospectiva con la que el Museo de Arte Moderno de la Villa de París rinde homenaje al maestro del cómic subterráneo estadounidense. Sexo, drogas y rock and roll, ésa es su santísima trinidad”. Así iniciaba Juan Manuel Bellver su crónica desde París en el diario El Mundo a esta muestra de un artista al que califica de “obsesivo, descreído y ácrata”. Nacido en Filadelfia en 1943, Crumb es “uno de los más perversos autores de viñetas del siglo XX, que reside desde 1991 en un pueblecito del sur de Francia cercano a Nîmes, llamado Sauve”. La primera antológica que le dedica un centro de arte europeo consta de 700 dibujos originales y casi 200 revistas.