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Mientras tantoNunca un adiós

Nunca un adiós


En pleno verano, el Zar de la Noche se retira a sus cuarteles de invierno.

 

Todos los perdedores tienen al menos una razón para sentir pena de sí mismos y convertir su corazón en una piedra. Esta noche este perdedor está a mitad de camino del paraíso y sólo un kilómetro fuera del infierno, pero ya me siento como si estuviera entrando en casa.

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