Pese a lo que pudiera parecer, porque las frases hechas no siempre engañan (como las apariencias), que el fotógrafo celebra su aniversario escondiendo la cabeza bajo el ala o buscando la bombilla en el huevo delavestruz. Juan José Millás, en uno de sus más inspirados artículos, se obsesionó con descubrir si la luz de la nevera se apagaba al cerrar la puerta. Los lógicos cartesianos dirán que era fácil comprobarlo aplastando con el dedo el mismo dispositivo que la jamba aprieta cuando se cierra herméticamente el frigorífico. Lo mejor sería meterse dentro para comprobarlo, pero todos hemos oído hablar del cuento de la niña que se metió dentro para jugar (y acaso comprobar si había luz para leer) y se enfrió para siempre. Volviendo a Madoz, la galería Moriarty presenta en colaboración con La Fábrica Editorial la última serie de fotografías de este minero de la realidad visual de las que cabe decir que el fotógrafo sigue en plena forma, sigue con los ojos abiertos a lo que no es visible a primera vista, a lo que hay que saber ver como un Principito irónico. Un auténtico abrelatas para ojos.
Cuándo: Hasta el 28 de febrero
Dónde: Galería Moriarty, Madrid