Tras pasar por Berlín, Londres y la Riga, la capital de Letonia, la exposición En un absoluto desorden llega a España. Reúne obras de 36 importantes artistas contemporáneos rusos seleccionados para el premio Kandinsky entre 2007 y 2012. Sus cuatro secciones se distribuyen entre todas las plantas del Arts Santa Mònica, en Barcelona, en un intento de sistematizar las aportaciones de los distintos artistas. Se revelan los motivos omnipresentes y los temas y enfoques repetidos a partir de los cuales se puede trazar la emergencia de una escuela nacional del arte rusa. Según señala J. M. Martí Font en el diario El País, son obras que desmienten muchas pretensiones del dirigente ruso Vladímir Putin. “Su frescura, descaro, corrosividad, politización, humor, violencia y, en definitiva, su enorme potencia visual e ideológica no tiene mucho que ver con la escena artística occidental”.