Alameda de Cervera, 1 de septiembre de 2023
En el refugio de Sorteny hallé
el punto medio para calibrar
las rutas hechas; las que hube de obviar
se ciñeron, con honra, a lo que opté.
Vi, desde una ventana del salón,
una óptima ladera enmascarando
sus tupidas pendientes, insuflando,
en sola vez, contemplación y acción.
Entrando en el refugio, los maderos
apilados colmaron mi contento,
con su sonrisa puesta en los senderos.
Al lado del hogar: presentimiento
de que quizá mis días venideros
así darán gozado estiramiento.