¿Qué es lo que tienen en común El beso de la mujer araña, La fundación, El expreso de medianoche, La leyenda del indomable, Papillon...? Dramas carcelarios. Pero, ¿es eso un género?
Líbranos, señor, de la «pentación» – ‘Prisionero en mayo’
¿Qué es lo que tienen en común El beso de la mujer araña, La fundación, El expreso de medianoche, La leyenda del indomable, Papillon…? Dramas carcelarios. Pero, ¿es eso un género? Eso es un género que nos inventamos en el XX, sí, como los “capers” (películas de atracos), las “road movies” (siempre que la trama transcurra en un viaje por carretera), el género bélico, las pelis “de romanos”, las “películas de catástrofes”, las películas “de plagas”… Pienso en todo esto mientras recorro la Corredera Baja de San Pablo y también pienso en por qué necesitamos estos géneros que no lo son. Pienso en William Hurt, y en Buero, y en el tamaño de la bolsa en la que han de caber ambos para que cualquiera pueda acarrearlos. Pero en realidad lo que vamos a ver una y otra vez no es eso. No son tipos en una celda.
No son obras de tíos o de tías. No. Quizá vamos a ver algo que nos hable del mundo, de la vida, de nosotros, y poniéndonos un poco cursis, de la verdad del corazón humano, aunque esto tampoco ya sea nada nuevo. Pero es tan raro… Es tan difícil… Esta obra promete hablar del “otro”. Del enemigo interior y el de fuera. Del encierro. De lo impuesto. Paul Newman se comía (¿cuántos eran?) sesenta huevos cocidos en aquella película, que tampoco hablaba de eso, pero hablaba muy bien. Yo quiero escapar del lugar común con verdadera desesperación, casi con vergüenza, y creo que todos los que pagan su entrada, secretamente también. Los invitados, no. «Un duelo interpretativo, a partir de un texto audaz, turbador y poético». ¡Eso sí quiero! «El encuentro nos muestra lo imprescindible que resulta la interacción con el otro en nuestras vidas, cuanto más distinto y contrario a nosotros, mejor. Prisionero en mayo es, de este modo, un encuentro, una insólita amistad en un lugar confinado: un viaje al corazón del hombre y a todo lo que le impide sentirse plenamente libre».
Una compañía que se llama Vuelta de Tuerca, a partir de un texto de Juanma Romero Gárriz, publicado en editorial Antígona. Yo creo en la probabilidad de encontrar la verdad en el off, entre los que luchan y sólo hacen función un día a la semana, sin dotación alguna, sin subvención y poniendo el pecho. En salas que sólo les programan cuatro días en un mes, y compartiendo diseño de iluminación con el otro montaje (o con todos los demás que hay en el día). Los que trabajan, sí. Fuera y dentro del teatro. Ni las anabelenes, ni los pentaciones nos hablarán de la verdad, ni compartirán nada con el corazón en la mano –en realidad no comparten nada, los quieren a ustedes sólo para mirarles–. No busquemos donde no puede haber. ¡Síganme! ¡Al teatro!
Pelma y gris
con Guillermo Llansó, Karlos Aurrekoetxea y Patricia Quero
Texto y dirección: Juan Manuel Romero Gárriz
Teatro Lara, miércoles, 20’15h.